A «Disaster Movie» le vino muy bien la polémica que hubo en los EE.UU. a cuenta de su cartel, presidido por un tornado y otros desastres naturales, lo que se consideró podía herir la sensibilidad de las víctimas del huracán Katrina. Sus responsables tenían las espaldas cubiertas, gracias a que este subproducto parodia oficialmente las películas de catástrofes, género otra vez en boga en Hollywood. Un pretexto temático que, en realidad, no es más que la coartada para el consabido refrito de imitaciones grotescas de los éxitos cinematográficos de la temporada. Hay sitio para «Sexo en Nueva York», «Wall-E», «No es país para viejos», «Iron Man», «Juno», «Hancock» o «Giselle, la princesa encantada».