Toda ciudad mediana que se precie ha de contar con su Museo de Arte Moderno, su Festival de Música y su Festival de Artes Escénicas, a ser posible Contemporáneas. Bilbo cumple a rajatabla estos preceptos para no quedarse atrás en la loca carrera de la modernidad y la imagen corporativa. Este domingo termina la décima edición del BAD, que cada vez tiene menos de teatro y de danza y más de multi o incluso inter disciplinaridad y de artes preformativas varias. La intención de este festival es situarse «a la vanguardia de la vanguardia» de los nuevos lenguajes escénicos. No se le puede negar al BAD apertura y apoyo hacia los nuevos creadores bilbainos y vascos, ni voluntad de transitar por los caminos menos trillados de las artes escénicas. Otra cosa es que el público bilbaino esté por la labor, porque si no fuera así, el teatro contemporáneo se convertiría en una disciplina endogámica, algo por lo que sólo se interesarían los propios creadores y allegados. Diez son los recintos en los que se está desarrollando este BAD; «Muchos de ellos no son espacios teatrales habituales», señalan los organizadores queriendo remarcar ese meritorio empeño por llevar el teatro a espacios ajenos a él. Pero quizá el problema estribe ahí: salvo uno de estos lugares (La Fundición) ninguno de los diez recintos cuentan con una mínima programación escénica más allá de esta semana. Así es imposible crear espectadores.

Hoy arranca una de las nuevas iniciativas del BAD denominada «Menage à...». «Bicho, eres un bicho», creación en proceso de Idoia Zabaleta y Filipa Francisco -con colaboraciones como la del cocinero Andoni Aduriz o la escritora Ixiar Rozas- es un trabajo a medio camino entre la danza y la performance que empieza hoy a tomar forma (la de un banquete) y se irá perfilando en otros siete festivales similares aliados en esta iniciativa hasta ofrecer en el BAD 2009 el resultado final. Más comida. Hoy y mañana, y a razón de treinta espectadores por función, podremos participar en otro pequeño banquete. La compañía italiana Teatro del le Ariette nos sentará en torno a la gran mesa de su «Teatro da mangiare?» Los tres actores elaboran, cocinan y nos sirven pasta y otros manjares cultivados por ellos mismos en su casa de campo mientras nos cuentan su experiencia de veinte años como campesinos y actores fuera del teatro; la compañía es la creadora del Festival de Teatro en las Casas. También a domicilio ofrece hoy su danza la coreógrafa y bailarina brasileña Claudia Müller, que ha impartido uno de los talleres del BAD y protagonizó ayer una de las charlas de «Citas con la escena», donde contó su empeño por llevar la danza a lugares tan cotidianos como el propio hogar.

Como repetían una y otra vez los personajes de «El silencio de las Xigulas», de Legaleón, la compañía vasca cuya trayectoria se ha recordado en el Pre-BAD: «El pensamiento va por dentro de la carne». Cuerpo y pensamiento, una dicotomía platónica que el teatro moderno nos recuerda que no es tal; es más, que caminan indisolublemente unidos y que no se pueden expresar sino el uno a través del otro.