El PNV dio ayer por inaugurado «un nuevo tiempo político» en el que «se va a incluir, a su tiempo y de manera positiva» el «compromiso que se sintetiza en el derecho a decidir» y que hasta ahora «lo visualizamos en la propuesta de Nuevo Estatuto político y en la aprobación de la Ley de Consulta».

Según explicó el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, en Gasteiz, en el marco de un seminario del «Think Gaur Euskadi 2020», «el nuevo tiempo requiere un nuevo compromiso recíproco entre Euskadi y Madrid». Esto debería concretarse en «un sistema de garantías para que las transferencias pendientes y las propuestas políticas no dependan de negociaciones coyunturales entre los partidos políticos» y en «la posibilidad de sacar adelante estatutos, reformas estatutarias y nuevos estatutos».

Para ello, el PNV propone al Estado «aplicar a la política los principios y la filosofía que impregna la figura del Concierto Económico: acuerdo, pacto, bilateralidad, ninguno por encima del otro, coordinación sin imposiciones».

«Pase foral en clave positiva»

Frente al incumplimiento del Estatuto y la negativa a que el pueblo vasco pueda decidir su futuro, el presidente del EBB planteó la necesidad de «articular, valiéndonos de conceptos propios de la historia política vasca, algo así como un `pase foral en clave positiva' como nuestro modelo de articulación política de futuro».

Esto consistiría en que «si seguimos en esta línea de negativa total y bloqueo», habría que dar un nuevo «paso adelante» en el ámbito político. Y Urkullu puso como ejemplos de «pasos adelante» que ETB comenzara a emitir sin concesión de frecuencia, la puesta en marcha de la Ertzaintza, de Euskalmet... es decir, la política de hechos consumados, reaccionando «en positivo» a las negativas.

«Más Estado... vasco»

En este momento de crisis, «consecuencia de la idealización del mercado», Urkullu hizo una defensa del Estado como el «ente capaz de atemperar la crisis, reconducir el desvarío de los mercados y proporcionar los servicios y presupuestos» que precisa la ciudadanía.

Según afirmó, «los vascos que carecemos de Estado nacional disponemos, sin embargo, de una cantidad importante de herramientas económicas, políticas e institucionales para ir haciendo Estado».

«Cuando hablo de Estado vasco no me refiero a la independencia política», explicó Iñigo Urkullu. Habla de la entidad política que se encargue de «satisfacer las demandas sociales que sólo desde el Estado pueden ofrecerse con garantías de cohesión social».

Esta entidad, este «Estado vasco», podría actuar en concurrencia con el Estado español o en competencia cuando éste «no pueda o no quiera» satisfacer las demandas sociales.