El presidente de UPN, Miguel Sanz, aseguró ayer que tras la ruptura con el PP no se han producido «muchas deserciones» y sí «muchísima gente que ha solicitado afiliación».

El mandatario navarro ha calificado de «decisión personal» la petición de baja en el partido de Jaime Ignacio del Burgo y ha dudado de que pueda arrastrar con él a muchos afiliados. «El balance habrá que hacerlo al final», afirmó, puesto que las solicitudes de baja tienen un efecto inmediato pero las de alta deben pasar por el comité local correspondiente y después llegar al Comité Ejecutivo para ser efectivas.

Sanz añadió que en su partido «no preocupa» la posibilidad de que haya un alto volumen de bajas tras la ruptura del pacto con el PP, ya que «indudablemente que habrá personas muy identificadas con el PP que no entienden las razones y que se darán de baja, pero habrá otras muchísimas personas que no tenían afiliación y que consideran que en estos momentos UPN es un partido que responde a sus demandas e ideas».

Sin hablar con Rajoy

El presidente navarro afirmó que no ha hablado con Mariano Rajoy desde que este martes su partido anunciara la intención de abrir una sede en Nafarroa, y ha considerado que «es él quien tiene que llamarme y es la dirección del PP quien tiene que comunicarnos, más allá de la remisión de su decisión, lo que al final se ha conocido, que ellos unilateralmente han roto el acuerdo que mantenían con UPN».

Mariano Rajoy, por su parte, aseguró que «el tiempo dirá» si vuelven a pactar con UPN e insistió en que su partido está dispuesto a ello pero es la formación regionalista quien tiene que decidir si va a cumplir. En cuanto a si la elección como presidenta de Yolanda Barcina falicitaría el reencuentro, respondió que ésta tiene «crédito y prestigio» pero el acuerdo hay que hacerlo «con UPN no con una persona en concreto».