Raimundo Fitero
Moldeados
La otra noche en «360 grados» se preguntaban «¿Está aumentando la violencia en España?» y en la elección de los invitados se constataba la postura del propio programa y dejaban el discurso agotado. La mayoría de los que estaban en el plató habían sufrido robos reiteradamente en sus negocios o en sus casas. Otros contaban historias todavía más truculentas, y entre unos y otros, estaban las estadísticas y el fantasma de la inseguridad ciudadana, que es uno de los más reconocibles signos de la reacción para celebrar el Halloween. Bueno, la inseguridad es un fantoche arrojadizo, que se lanza para subir porcentajes en las encuestas de intención de voto.
Si hay crisis económica galopante, si el umbral de la pobreza se va acercando más a grandes capas de las clases menos favorecidas, si en Cáritas aseguran que crece de manera geométrica la presencia de personas en los comedores gratuitos, lo que antes se conocía en la literatura decimonónica como «la sopa boba», ¿cómo no va a crecer la delincuencia de minoristas? Por otro lado nos amenazan con las bandas organizadas, que siempre, en un acto irresponsable desde el comunicado policial, hasta la repetición modular de los medios, nos aseguran que están formadas por extranjeros, lo que no hace otra cosa que aumentar la sintomatología xenófoba, para que crezca la paranoia que moldea el voto de extrema derecha.
Es decir, que seguimos jugando con fuego. Y en la monarquía española, abrasándose, porque van dejando rastros de su auténtica ideología, metiendo la pata simplemente por mostrarse como son, y son lo que son, y vienen de donde vienen y representan lo que representan. Todo el dinero que se gastan en que aparezca la reina como amante de la música clásica, como una «profesional», no es nada más que imagen pagada. Y parece que se está perdiendo la bula. Si hacen declaraciones, obviamente, la cagan. Además, se me ocurre, ¿no están quitando los símbolos del franquismo de plazas y calles, anulando declaraciones de hijos adoptivos de ciudades al general invicto y sus secuaces? Pues, eso, ¿a qué esperan para suprimir precisamente al heredero directo de la Jefatura del Estado?