Tras el coche-bomba de ETA
Los dos últimos hospitalizados tras la explosión de Iruñea, dados de alta
Las dos personas que pasaron la noche hospitalizadas por heridas leves tras el coche-bomba de Iruñea recibieron el alta ayer. Al mediodía, el campus de la Universidad del Opus Dei fue escenario de una concentración de repulsa que reunió a cientos de personas y representantes institucionales y políticos. El acto permitió constatar los graves daños producidos por el impacto y posterior incendio en el edificio central.
GARA | IRUÑEA
Las dos últimas personas que seguían hospitalizadas en Iruñea por la onda expansiva del coche-bomba de ETA recibieron el alta médica a lo largo del día de ayer. En total, finalmente han sido 31 las personas atendidas por heridas leves o crisis de nervios tras la explosión, producida a las 10.58 del jueves.
La Universidad de Navarra hizo un esfuerzo para reanudar las clases con la mayor normalidad posible desde primera hora de la mañana de ayer, pero la conmoción provocada por la explosión del coche-bomba tardará bastante tiempo en disiparse. Lo mismo ocurre con los desperfectos provocados por el estallido, sobre todo en el ala izquierda del edificio central, en el que se ubican las oficinas generales de la Universidad del Opus Dei.
Ayer seguían trabajando allí los bomberos, y en imágenes ofrecidas por el centro se pudo comprobar que hay habitáculos totalmente calcinados dentro de esa sede principal, la primera y más emblemática del campus.
Al mediodía, cientos de estudiantes se concentraron en la explanada del edificio de Ciencias Sociales junto a profesores y a muchos representantes institucionales y políticos. Entre los participantes estuvieron las máximas autoridades del herrialde: Miguel Sanz, presidente del Gobierno navarro; Elma Saiz, delegada del Gobierno español; Yolanda Barcina, alcaldesa; Angel Gómez Montoro, rector de la Universidad del Opus; y Julio Lafuente, su homólogo de la Universidad Pública de Navarra (UPNA). Además de varios consejeros del Ejecutivo, en representación de los partidos se pudo ver a Roberto Jiménez (PSN), Uxue Barkos y Maiorga Ramírez (Nafarroa Bai) o José Miguel Nuin (IUN).
Mensajes de firmeza
Sanz denunció allí que ETA ha buscado «el objetivo más fácil y que más eco mediático tiene». Otros portavoces institucionales lanzaron mensajes de firmeza. A modo de ejemplo, la delegada gubernamental española Elma Saiz afirmó que «los que han intentado esta barbarie acabarán como los cuatro que se detuvieron en la operación contra el `comando Nafarroa': en la cárcel». Y Elena Torres, presidenta del Parlamento, proclamó que «ganaremos esta batalla».
En otros centros universitarios de Euskal Herria y todo el Estado hubo concentraciones en solidaridad con la Universidad del Opus Dei. En la UPNA se concentraron unas 600 personas, que guardaron cinco minutos de silencio.
Buscan el lugar del montaje
Los responsables policiales se muestran desconcertados por la rapidez con que se produjo el robo del Peugeot blanco en Zumaia, su montaje con explosivos, su traslado a Iruñea y el estallido final. Todo ello ocurrió en un espacio de doce horas.
Javier Balza, consejero de Interior de Lakua, expuso en Radio Euskadi que están investigando «si el montaje de la bomba se realizó en la zona de Gipuzkoa o bien fue hecho en Navarra».
Balza alertó de que puede haber más atentados similares a éste, dado que «no cabe duda de que hay una serie de células de ETA en activo». Y advirtió claramente de que «mientras no consigamos ponerlas a disposición judicial, vamos a tener este tipo de atentados».
Preguntado por las dudas sobre el operativo policial tras la llamada de aviso de ETA, el consejero eludió entrar en explicaciones: «ETA sabe perfectamente que si coloca 80 kilos de explosivo en un sitio y en un horario de máxima afluencia está generando una situación de proximidad al abismo», argumentó como respuesta.
En paralelo, se atuvo a la versión oficial que asegura que la llamada fue imprecisa: «No había nada que hiciera pensar que la explosión iba a ser fuera del campus de Vitoria». Y añadió que sí inspeccionaron este último, con «un acordonamiento y un dispositivo de localización del vehículo anunciado», pero que se decidió desmontarlo al no hallarse nada sospechoso.
Menos información aportó en Iruñea la delegada Saiz. Expresó que «todo parece indicar que los autores son gente que ha venido de fuera» y añadió que «se está trabajando sin descanso y pronto veremos los frutos. Seguro».
Pese a haber pasado ya 24 horas desde que se produjo el estallido de la bomba, en el campus de la Universidad de Navarra todavía se notaba ayer el fuerte olor a humo dejado tanto por la explosión como por el incendio en el edificio central.
Muchos profesores de la Universidad del Opus Dei iniciaron sus clases de ayer o hicieron declaraciones de contenido religioso, citando la necesidad del perdón o de evitar el odio. El rector comenzó su alocución dando «gracias a Dios».
Tres vehículos aparcados justo al lado del Peugeot cargado con explosivos han quedado totalmente destruidos. En total, se calcula que han sufrido daños de mucha o poca consideración 120 automóviles. Los últimos fueron retirados ayer.
Anoche continuaba detenida una persona apresada en Bilbo al mediodía en relación con el teléfono móvil desde el que se habría producido la llamada de aviso de ETA. Las informaciones fueron muy confusas. En un principio se dijo que el móvil se habría adquirido con el DNI de esta persona, pero que anteriormente había denunciado su pérdida o robo. Luego se expuso la opción de que fuera el titular real del aparato.
Del mismo modo, si bien en un principio se apuntó que se consideraba improbable que tuviera relación con los hechos, posteriormente se confirmó su traslado a Madrid. La Policía lo justificó argumentando que esta persona mantenía una «negativa rotunda» a colaborar y aclarar lo sucedido. Se aseguró también que había algunas incoherencias en su versión sobre la adquisición del aparato telefónico.
Tras ser interrogado inicialmente en dependencias policiales de Bilbo, en situación de incomunicación, esta persona fue llevada después a Madrid, a la Comisaría General de Información. Agencias aseguraron que la Ertzaintza también le había interrogado en Bilbo.
Sobre el detenido sólo se han apartado sus iniciales, que son J.M.M.G. En cuanto al móvil, se indica que fue adquirido en el mes de mayo cerca del domicilio de esta persona, en Bilbo.
Los dos máximos responsables policiales, Alfredo Pérez Rubalcaba y Javier Balza, han eludido despejar las dudas sobre el operativo policial tras la llamada de aviso de ETA. El ministro dijo el jueves que «a los efectos, da lo mismo». Y el consejero de Lakua recalcó ayer que lo importante es que el coche-bomba había sido colocado en un campus lleno y que eso generó «una situación de proximidad al abismo». Así las cosas, hay varias incógnitas a las que no se ha dado respuesta, y que quizás ya quedarán en el aire definitivamente.
¿Qué dijo la llamada?
La DYA de Gasteiz afirma que el comunicante dijo que la explosión se produciría en «el campus universitario». Al parecer, las FSE concluyeron que se trataba del recinto de Araba, no de ningún otro. Hay un nuevo dato añadido: según se conoció ayer, la llamada telefónica se produjo desde Nafarroa, en concreto en las inmediaciones de Etxarri-Aranatz, más cerca de Iruñea que de Gasteiz.
¿Se informó a Nafarroa?
Uno de los teletipos de agencia iniciales afirma que sí, es decir, que la Ertzaintza trasladó el aviso a Nafarroa. En la nota de Interior de Lakua, por contra, no se alude a tal cosa, y desde Nafarroa tampoco nadie lo aclara. Al parecer, no se reparó en la Universidad de Navarra, pese a que ya había sufrido otros cinco ataques de ETA y tiene medidas de seguridad especiales.
¿Por qué sólo en Araba?
La Ertzaintza afirma que sólo se revisó el campus de Araba, al interpretarse que la llamada debía referirse a éste. Pero no es infrecuente que avisos previos de ETA se reciban en otros herrialdes: la del atentado de Barajas fue comunicada a la DYA de Donostia, al igual que la de la Comandancia de Marina de Santoña; la del hotel de Denia llegó a la DYA de Bilbo... En todos esos casos la coordinación de los servicios de seguridad funcionó, las FSE recibieron los avisos y se procedió a evacuar las zonas señaladas.
¿Por qué no se desalojó nada?
Interior de Lakua tampoco lo esclarece. Se limita a hablar de una «inspección finalizada media hora después sin que se localizara vehículo alguno» en el campus de Gasteiz. La decisión de no desalojar siquiera éste contrasta con el procedimiento preventivo habitual. Por citar uno de los ejemplos más conocidos, en diciembre de 2004, tras una llamada similar en nombre de ETA, se decidió vaciar el estadio Santiago Bernabéu de Madrid, donde había 69.000 espectadores.
¿Por qué no alarmó la alusión al Peu- geot blanco?
El comunicante anónimo precisó que el vehículo era un Peugeot blanco. Rubalcaba reveló que a las FSE les constaba que un Peugeot blanco había sido robado la víspera en Zumaia, porque había sido denunciado esa misma noche. Y lo sabía, en concreto, la Ertzaintza, que fue quien gestionó el aviso de DYA-Gasteiz. La denuncia se tramitó en su comisaría de Zarautz.
¿Por qué no se informó oficialmente de que había aviso?
Fue la DYA quien reveló que había existido una advertencia previa. Lo hizo una hora después de la explosión. Hasta entonces, ninguna fuente oficial dijo nada y los políticos dieron por segura la ausencia de aviso. Muchas otras veces, por contra, las noticias de llamadas en nombre de ETA se trasladan a los medios incluso antes de que llegue la hora del atentado.
Como es norma habitual, Josu Jon Imaz «reapareció» en las concentraciones de condena del atentado de ETA. El ex presidente del PNV y ahora mandatario de Petronor acudió al acto de Donostia, donde saludó a la portavoz de Lakua, Miren Azkarate.
