El Consejo de Ministros español tenía planeado aprobar ayer mismo un proyecto de reforma del Código Penal destinado a endurecer aún más las penas relacionadas con «terrorismo», entre otras. Una reforma que viene a sumarse a un sinfín de cambios legales anteriores, todos ellos destinados a eliminar garan- tías jurídicas y a castigar actividades netamente políticas. Finalmente el Consejo decidió atrasar esa decisión, pese a que María Teresa Fernández de la Vega admitió que la propuesta está muy desarrollada y aun cuando existe un acuerdo con el PP para apoyar dicha reforma. Visto lo cual, ¿qué pudo empujar al Gobierno de Rodríguez Zapatero a recular?

Quizás un evidente sentido de la prudencia. O, más probable, un cálculo político relacionado con la imagen que el Estado español tiene en las instancias internacionales. Y es que, ayer mismo, el Comité de Derechos Humanos de la ONU hacía público un documento en el que revisa el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Un acuerdo rubricado por el Estado español, lo que le obliga a cumplirlo.

Tras un protocolario agradecimiento por cumplir los plazos establecidos y tras señalar aspectos positivos de la Ley de la Memoria Histórica y de las medidas encaminadas a garantizar la igualdad, el Comité realiza una serie de devastadoras recomendaciones que dejan en evidencia la baja calidad del Estado de Derecho y la escasa vigilancia de los derechos humanos y las libertades por parte de Madrid. Empezando por «el alcance potencialmente excesivo de las definiciones de terrorismo», pasando por la necesidad de «suprimir definitivamente el régimen de incomunicación», hasta el cuestionamiento de las acciones de la Audiencia Nacional que restrinjan «la libertad de expresión y de asociación». Ni qué decir de la práctica de la tortura. Finalmente, el Estado es emplazado a reconducir esas prácticas y a revisar o derogar las leyes mencionadas. Justamente lo contrario de lo que maquinaban los ministros ayer. Que no se confunda el Comité: sólo retrasaron el orden del día.