Tras pasar la fase de consultas previas y también la de las alegaciones, el proyecto de la central térmica de ciclo combinado que pretenden construir en Lantarón está en manos del Gobierno español. El informe que emita el Ministerio de Medio Ambiente determinará el futuro de esta infraestructura, cuyos opositores se reunirán con su directora general, María Jesús Rodríguez de Sancho, y el subdirector general, Angel Muñoz Cubillo, para tratar de convencerles de que hay que paralizarla.

Tal como explicó ayer a GARA la portavoz de la plataforma Térmicas no, Miranda y Lantarón, Ana Martínez, entre otras muchas razones expondrán que tendría un gran impacto en la salud de las gentes de la comarca. También recordarán a los mandatarios que se incumpliría el Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas, concretamente el que hace referencia a la distancia a la que se encuentran algunas localidades afectadas, a menos de dos kilómetros del emplazamiento de la central.

Martínez reivindicó que no quieren esa infraestructura ni en su pueblo ni en ningún lugar, pero mostró su malestar porque la de Lantarón es una comarca que ya está muy castigada por la gran acumulación de empresas peligrosas a las orillas del Ebro, afectando a zonas LIC, a especies de animales que se deberían de proteger... Añadió que se trata de una zona sísmica, por tanto, incompatible con gaseoductos. Por otra parte, denunció que de los doce pequeños pueblos que componen la comarca, los presidentes de las juntas de cinco de ellos se hayan echado atrás y hayan anunciado que no van a realizar el referéndum previsto en todas las localidades. Estas juntas han alegado que dudan de la legalidad de la organizadora, la Asociación de Concejos de Araba ACOA. Martínez declaró que se sienten profundamente indignados por esta nueva «maniobra del PNV».