Como un náufrago en mitad del océano aferrado a los restos de su embarcación, Osasuna piensa en Getafe. Tampoco allí consiguió la victoria, pero los rojillos están convencidos de que el pasado miércoles ofrecieron signos de la mejora que debe desembocar en su salvación.

Es probable, de hecho, que José Antonio Camacho disponga hoy el mismo once inicial que saltó al Alfonso Pérez, con alguna excepción. La principal, y más segura, pasaría por la portería, en la que Ricardo parece tener más opciones que Roberto. También Juanfran y Kike Sola presentan su candidatura a desbancar a Jokin Esparza y Pandiani, aunque no parecen tener tantas posibilidades como el guardameta madrileño de entrar en el once.

Sean cuales sean los elegidos, el objetivo no variará: toca conseguir el primer triunfo de la temporada y para ello, forzosamente, superar la principal asignatura pendiente del equipo navarro, el gol.

La misma, por cierto, que la de su rival, un Espanyol que apenas ha marcado seis goles y que acumula seis jornadas sin conocer la victoria. Claro que los blanquiazules también tienen palito al que agarrarse. En este caso el calendario al que han tenido que hacer frente y que les ha llevado a enfrentarse a los cuatro primeros clasificados..., aunque la derrota más contundente la sufriesen la semana pasada frente al Mallorca.

Por eso, Camacho cree que va a ser un partido «igualado porque los dos equipos estamos necesitados». El técnico murciano, que nunca ha ganado al Espanyol en Liga, reconoce que será una tarde «especial» para él, pero destaca sobre todo la importancia -y la «justicia»- de acabar con la sangría. «Lo único que necesita el equipo es ganar, y no es poco. Pero también creo que es justo para Osasuna ganar ya un partido», reivindicó el entrenador rojillo.