Mariano Rajoy nombrará hoy la gestora encargada de resucitar el PP en Nafarroa y el diputado Santiago Cervera aparece como el hombre fuerte de esa operación. Ayer debía haberse presentado ante el Comité de Disciplina de UPN, pero aunque la se- mana pasada dijo que acudiría «con temple» a la reunión, a la hora de la verdad prefirió mandar un correo electrónico con diez folios de alegaciones contra su suspensión cautelar de militancia, para después darse de baja en el partido y anunciar su afiliación al PP.

Una veintena de miembros de UPN han dado ya ese paso. En la tarde de ayer se conoció el abandono de Javier Pomés, eurodiputado, y de Antonio García de Vinuesa, vocal del Comité de Disciplina de UPN. A ambos hay que sumar a Nieves Ciprés, integrante del Comité Político, y a Carmen Alba. También el ya ex director general de Salud de Nafarroa, Enrique Martín de Marcos, se ha pasado al PP.

La formación está dando ya los pasos para saltar desde Internet a un espacio físico tangible en Iruñea. El gerente y el tesorero del PP ya han visitado varios locales, están evaluando las distintas propuestas y en breve presentarán su primera sede, según fuentes de la formación de Mariano Rajoy.

Entre tanto, comienza a tomar cuerpo una de las líneas de ataque que la formación de Rajoy utilizará contra la de Sanz: UPN se ha vuelto «nacionalista».

Ayer, el encargado de lanzar la acusación fue el senador José Cruz Pérez Lapazarán y lo hizo con un doble objetivo: tratar de desacreditar a la actual dirección de UPN e intentar condicionar el próximo Congreso de este partido. Nada más confirmar que se había dado de baja en UPN, declaró que Yolanda Barcina sería «una magnífica presidenta» de este partido, puesto que «reúne los requisitos que debe tener un político: prudencia, fortaleza, criterio y discurso. Y es una mujer dialogante, que sabe sentarse en una mesa y ponerse en el lado del contrario».

«Expectativas»

Tras los elogios a Barcina, Lapazarán pasó a hablar de la posibilidad de reconducir en el futuro las relaciones entre UPN y PP. En este sentido, reconoció que hay «expectativas» en relación con el Congreso de UPN, a la espera de ver cómo se configura el nuevo Comité Ejecutivo, dado que, según dijo, el «rumbo que ha tomado UPN en este momento es de nacionalismo puro y duro, sin referentes nacionales».

Por otra parte, se ha abierto un cruce de acusaciones entre UPN y PP sobre si el paso de cargos públicos de un partido es «transfuguismo». El portavoz de UPN en el Parlamento foral, Carlos García Adanero, denunció que el PP está presionando a militantes de UPN «casi hasta el acoso». A esto añadió que cuando uno accede a un cargo público a través de unas siglas lo «lógico y coherente» es que «si abandona ese partido abandone también el cargo. Cuando uno no abandona, en política eso tiene un nombre, que es transfuguismo».

Por contra, el senador Pérez Lapazarán pidió «cordura» a la formación regionalista ante este tipo de imputaciones. Según recalcó, pasarse al PP no constituye transfuguismo dado que concurrieron a los comicios con las siglas PP-UPN.