Los Administradores Concursales siguen firmes en el empeño de que a Dmitry Piterman no le salgan gratis todos los desmanes realizados en sus tres temporadas al frente del Deportivo Alavés y hoy al mediodía en el Juzgado de Gasteiz habrá una vista en la que solicitarán al anterior Consejo que reintegren 130.151,98 euros por entender que una serie de facturas presentadas son falsas.

Según la documentación a la que ha tenido acceso GARA, Fernando Ercilla, Jaime Orive y Andoni Etxebarria, los administradores concursales que llevan el proceso del Deportivo Alavés solicitan al juez que condene al matrimonio Piterman y a José Nereo a «reintegrar a la masa activa del concurso la cantidad de 130.151,98 euros». Esta cantidad obedece a 114.912,38 euros por el perjuicio patrimonial causado, más los intereses legales devengados en estos meses.

El origen de esta demanda parte de una serie de facturas por importe de casi 20 millones de las antiguas pesetas, abonadas todas ellas por caja con fecha anterior a la propia emisión de la factura y que a los administradores les resultaban dudosas por su forma, sospechando asimismo que las mismas reflejaban datos fiscales de identificación inexactos. Requerida a la Agencia Tributaria la comprobación de los CIF de las empresas implicadas, se comprobó que las entidades en cuestión no pudieron ser identificadas con los datos obrantes en tales facturas, resultando en todo caso erróneos los CIF en ellos señalados.

Empresas catalanas

GARA tiene en sus manos las copias de estas facturas y resulta llamativo que todas estas empresas (Seguretat, Foc I Alarmes, Belmonte Electricidad y Pinturas Hermanos Lapiedra), tengan su sede en Catalunya. No parece lo más normal que, por poner varios ejemplos, para la instalación de siete altavoces, reparar las humedades, cambiar el cuadro de luces o pintar vallas y puertas en Gasteiz se recurra a empresas tan lejanas.

Con las pruebas presentadas, los Admistradores Concursales tienen claro que estas operaciones «han sido realizadas en beneficio de personas del círculo de confianza del anterior Consejo de Administración o de sus propios integrantes -no ha sido posible identificar a aquéllas- realizadas con su beneplácito».

Este diario también ha tenido acceso a las alegaciones que a esta petición han realizado los demandados, que siguen siendo defendidos por Javier Tebas, al que su condición de vicepresidente de la LFP no le impide defender a unos implicados que, presuntamente, han actuado contra uno de los equipos adscritos a la entidad de la que ostenta un alto cargo.

Entre otros argumentos, el matrimonio Piterman esgrime que el deudor sería el Deportivo Alavés, ya que los servicios se realizaron al club y que ninguno de los dos intervino en las operaciones que se describen. El letrado de los Piterman también se escudan en que «tampoco se prueba -de hecho ni siquiera se aportan pruebas de que así lo hagan- la existencia de las reparaciones y adquisiciones derivadas de las facturas -sólo se limita a manifestar entre paréntesis que no consta la efectiva realización-, y tampoco logra demostrar la relación que justifique que tengan que reintegrar a la masa activa del concurso la cantidad reclamada».

El de hoy es otro episodio judicial de los muchos a los que se ha tenido que enfrentar Piterman tras la salida del club albiazul en verano de 2006. Hay que recordar que estos mismos administradores solicitaron a finales del año pasado el embargo de los bienes del matrimonio Piterman, algo a lo que el juez accedió el pasado mes de abril. De hecho, el mismo Juzgado de lo Mercantil de Gasteiz ya ordenó en su día el embargo definitivo del apartahotel que el empresario ucraniano-estadounidense posee en la localidad girondense de Palamós. Con esta propiedad, Piterman avala los 13,3 millones de euros que le reclamó el juez en respuesta a su gestión bajo la presidencia del Alavés, entre 2004 y 2007.

Este embargo vino derivado de un demoledor informe redactado, en el que los administradores vieron 1,5 millones gastados en «caprichos».