Marta Varela, acompañada de la sicóloga Oihana Barrios y miembros de Etxerat, denunció ayer en Iruñea la dificultad de recuperación de su compañero Mikel Gil `Kurika' si continúa en la cárcel de Zuera. El prisionero de la Txantrea tuvo que ser hospitalizado hace ahora una semana después de que se lesionara, al hallarse en una nueva crisis de salud. Varela relató cómo «me llamaron avisándome de que Mikel se encontraba en el hospital. Fuimos para allá, y nos dijeron que tendría visita por la tarde, una visita de media hora». Por tanto, indicó que en esta situación «es muy duro no poder estar con él».

Y es que, tal y como denuncian una y otra vez desde Etxerat, el derecho a una asistencia sanitaria digna debe llegar a toda la ciudadanía, independientemente de su situación, evitando cualquier tipo de discrimi- nación. La sicóloga de Gil, Oihana Barrios, dejó bien claro ayer que, para que el preso pueda recuperarse de las afecciones físicas y síquicas que padece, es imprescindible que se cumplan unas mínimas condiciones. Por ello han venido exigiendo la aplicación del artículo 92, que recoge la libertad para las personas con enfermedades graves, o el traslado de `Kurika' a Iruñea. Ambas peticiones son derechos reconocidos a las personas encarceladas, pero hasta ahora le han sido negados a Mikel Gil, así como a otros presos políticos vascos y muchos de los encarcelados por el Estado español.

Catorce presos enfermos graves

Un informe médico realizado el pasado junio sobre su salud recogió que su estado iba empeorando, pero se ha llegado a esta situación sin que se tomaran medidas para mejorar el estado de Gil. Desde Etxerat reiteraron la necesidad de luchar a favor de los presos políticos vascos que se encuentran en situaciones extremas, y mostraron, una vez más, su compromiso para denunciar la vulneración de sus derechos y reivindicar que sean respetados. Etxerat recordó que el de Mikel Gil es uno de los exponentes más graves de la situación de otros presos políticos vascos, que aún padeciendo enfermedades, los tienen en las mismas duras condiciones de prisión. Así, denunció que «son catorce los presos que no pueden acceder al derecho a la libertad a pesar de estar enfermos graves y en condiciones de vida duras, lo que en algunos casos les lleva hasta el suicidio».

Etxerat rechazó asimismo la actitud de los representantes políticos navarros, recordando que el Parlamento no les ha querido recibir cuando han acudido a explicar la situación de un importante colectivo dentro de la ciudadanía de Nafarroa, y por ello declaró que «todavía tenemos mucho por hacer ante esas posturas de querer esconder una realidad tan cruel».