La sociedad Berroeta Aldamar, encargada de la construcción del museo Balenciaga e integrada por el Ayuntamiento de Getaria, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno de Lakua, convocó con urgencia a primera hora de la tarde de ayer a los medios de comunicación para anunciar nuevos acontecimientos en torno a la trama que envuelve a la futura pinacoteca. La consejera y portavoz del Gobierno de Gasteiz, Miren Azkarate, compareció ante la prensa junto con el actual alcalde de Getaria, Iñigo Aristi, y la diputada de Cultura, María Jesús Aranburu, para anunciar que la Fiscalía General de Gipuzkoa había concluído la investigación en torno a la gestión realizada por Mariano Camio en la gerencia de dicha sociedad y en la vicepresidencia de la Fundación Balenciaga. Tras un año sin tener noticias sobre estas pesquisas, la Fiscalía informó ayer a las partes denunciantes que había interpuesto una querella criminal en el juzgado competente, en el de Azpeitia, contra Camio, al ver indicios de delito durante su etapa en estas dos organizaciones. Además de las acusaciones contra Camio, el Ministerio Público también ver irregularidades en las gestiones realizadas por el arquitecto cubano Julián Argilagos -autor de la segunda fase del proyecto del museo dedicado al modisto Cristóbal Balenciaga en su localidad natal-, y Rolando Paciel, intermediario entre éste y la ingeniería Eptisa-Cinsa, que acomete las obras, paralizadas desde casi un año.

Reproche penal

Miren Azkarate evitó divulgar cuáles son las acusaciones exactas que se recogen en ese procedimiento judicial y explicó que «parece que existe reproche penal, pero comprenderán que no hayamos tenido tiempo ni de analizar en profundidad la querella y, mucho menos, la voluminosa documentación que la sustenta. Hay que tener en cuenta que la querella se ha presentado en un juzgado, por tanto, todo eso está en manos del juez, a quien le compete decidir si las actuaciones van a ser secretas o no». No obstante, la consejera, en nombre de la sociedad Berroeta Aldamar, reafirmó lo que dijeron hace ahora un año: «Ejercitaremos todas las acciones legales en el momento procesal que corresponda de cara a depurar las responsabilidades y resarcir el daño que nos ha causado».

De momento, la Fundación Balenciaga, codenunciante de los hechos, no se ha pronunciado sobre este tema, aunque Azkarate matizó que «probablemente adoptará también la misma decisión en los próximos días. Esta es la información que obra en nuestro poder después de habernos puesto en contacto con ellos y haber tenido el primer intercambio de impresiones».

El 22 de noviembre de 2007 ambas organizaciones solicitaron a la Fiscalía General de Gipuzkoa que iniciase una investigación sobre el ejercicio de Mariano Camio al pensar que existían algunos hechos que pudieran ser susceptibles de considerarse delictivos. En concreto, y tras analizar informes y diversa documentación, se crearon sospechas sobre diversas falsedades documentales, irregularidades contractuales, ocultaciones de datos, y movimientos financieros. Estos informes destaparon parte de esta trama. Varias prendas (guantes y pañuelos de seda, entre otros) creadas por el modisto y 35 láminas con 139 dibujos desaparecieron de los fondos con obras del diseñador cedidas en 2003. A Camio se le acusa de «regalárselas» a esposas de miembros de algunos ayuntamientos guipuzcoanos. Además de ello, entre otras cuestiones, la empresa Hemen Fashion Art, dirigida por Argilagos, facturó en exceso proyectos no justificados que alcanzaban los 439.905 euros.