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Presidenciales en EEUU

¿Punto y seguido?

Joseba MACÍAS Sociólogo y periodista. Profesor de la UPV

Decía el ya fallecido escritor Norman Mailer, una de las voces críticas más significativas de la sociedad estadounidense, que mientras los republicanos son una monstruosidad sicóti- ca, los demócratas le repugnan por su «política de boutique»: un poco aquí, un poco allá, y todo servido con grandes dosis de gilipollez por encima. Parece ser que el nuevo presidente, lejos de romper con la larga tradición familiar, va a seguir confirmando el sofisma. Más allá de las genéticas reservas que conlleva entre nosotros cualquier mandatario proveniente de EEUU, lo que sí parece evidente es que la victoria de Barack Obama se ha cimentado en dos factores: la alta participación juvenil y la larga sombra de una profunda crisis económica que angustia la cotidianeidad estadounidense. La histórica derrota electoral de la subcultura wasp (blanca, anglosajona y protestante), de Joe el fontanero neocon y del belicismo patológico (reiteración) ha sido posible por la alianza de muchas sensibilidades, sí, pero también gracias a una campaña multimillonaria (640 millones de dólares en fondos electorales) que ha contado, entre sus filántropos inversores, con curiosos compañeros de viaje privados y corporativos. Alguien, tarde o temprano, pasará la cuenta. De momento, el mundo ha amanecido distinto observando los cambios en el Imperio que se resquebraja. ¿Expectativas falsas ante un nuevo capítulo de la «reproducción made in usa»? Hace sólo cuarenta años los hombres y mujeres de su raza tenían prohibido compartir espacios públicos con los blancos. Hace sólo ocho, hubieran sido impensables unas elecciones primarias en las que los adversarios fueran un ciudadano afroamericano y una mujer. Los cambios sociológicos son más que significativos. Pero, tristemente, hay algo que ha permanecido inalterable en todo este tiempo: la larga tradición de tibieza política del Partido Demócrata y su sometimiento estricto a los verdaderos centros de poder. ¿De verdad alguien cree que Obama puede hacer otra cosa?

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