Presidenciales en EEUU
La ilusión de Obama
Txente REKONDO Gabinete vasco de Análisis Internacional (GAIN)
El triunfo de Barack Hussein Obama ha sido presentado como la victoria del cambio y la ilusión, pero para ilusión la que ha venido albergando el propio Obama desde hace años. Toda su carrera política ha estado marcada por la búsqueda de su propio acomodo en las instituciones y el sistema actual más que en buscar cualquier transformación.
Su triunfo se ha basado en una campaña casi «perfecta», sus grandes dotes comunicativas como orador y escritor, las enormes sumas de donaciones y dinero que ha recibido y una coyuntura política y económica favorable .
El que se convierta en el primer presidente negro de EEUU es un factor importante, pero quienes tenían esperanzas en un cambio profundo pueden esperar sentados. El fondo de sus discursos es el mismo que han defendido sus antecesores, y su oposición a Bush era táctica.
Algunas voces críticas han señalado que Obama era el «candidato de las clases dominantes». Los que manejan la política y la economía impedirían llegar a la Casa Blanca a cualquiera que ponga en duda la «jerarquía dominante y sus doctrinas». Y no hay que olvidar que Obama ha recibido grandes donaciones de esos sectores y el apoyo de los medios de comunicación del establishment.
La anécdota de color, con un presidente negro, no significará una mejora sustancial para la minoría negra ni cambiará el racismo estructural que domina la sociedad. El futuro presidente, definido con ironía como «republicrata» (por su capacidad por absorber los discursos de los dos partidos dominantes) protegerá los privilegios de las élites y de las poderosas corporaciones, dominadas mayoritariamente por blancos.
En EEUU el color del dinero será el verde; el de su presidente, el negro, pero el de la Casa Blanca y los pilares que la sustentan seguirán siendo blancos. La «obamamanía» y las ilusiones creadas se irán diluyendo en los próximos meses, dando paso a la fotografía completa de este «histórico acontecimiento».