Pocos futbolistas han sido tan trascendentes en el fútbol europeo como Alessandro del Piero. El jugador transalpino lo ha ganado absolutamente todo, desde el Mundial a la Champions, y es el principal símbolo de la Juventus. Presente en todos los éxitos y sin sabores de la vecchia signora en los últimos casi tres lustros, es idolatrado por los tiffosi del Comunale. Junto a Buffon y Nedved forma el triunvirato de estrellas que decidieron quedarse en el equipo tras el descenso provocado por el moggigate en 2006.

Más de dos años más tarde, la escuadra turinesa ha renacido de sus cenizas, pero sigue con los mismos buques insignia: Buffon -aunque ahora está lesionado-, el incombustible Pavel Nedved y el propio Del Piero. Ayer, los italianos regresaron a un escenario con enjundia en Europa, el Santiago Bernabéu. Cita que sirvió para que la Juve se reivindicase de nuevo en la élite y el Madrid certificase su crisis. Los blancos cayeron también en Turín en Champions y se pegaron un buen batacazo en Copa ante el Real Unión.

Sólidos en el centro del campo con una roca como Sissoko, impecables atrás con Mellberg enseñando su profesionalidad en un lateral, y una línea atacante donde Amauri fue un incordio constante. Sin embargo, el toque de calidad lo puso Del Piero. Fue el autor de los dos tantos, el segundo tras un grave error de Casillas a la hora de colocar la barrera, y se marchó ovacionado por la afición del equipo merengue. Postura que no mantuvo respecto a los suyos, que se fueron a la ducha tras escuchar muchos silbidos.

Partido con sabor en Glasgow

El Manchester United visitó al Celtic en Celtic Park con la tranquilidad de tener los deberes hechos. Ferguson reservó a varios de sus titulares y dio minutos al portero Foster, el joven Rodrigo Possebon, John O'Shea o Nani. En la primera mitad, el australiano Scott McDonald adelantó a los escoceses para alegría de su afición.

Los red devils no se amilanaron y comenzaron a generar ocasiones. Las llegadas se sucedían y cada jugada a balón parado era un auténtico martirio para la entusiasta afición del Celtic. Los minutos pasaban, el United seguía disparando a puerta, rozó los 25 chuts al final del encuentro, pero el empate no terminaba de llegar. Ferguson introdujo a un cada vez más determinante Rooney para rescatar algo positivo de su país, pero tuvo que ser Ryan Giggs quien subiera la igualada al marcador. El galés se aprovechó de un error de Boruc al despejar un lanzamiento de Ronaldo para anotar su gol número 102 con el United y meter de forma matemática a su equipo en la siguiente ronda.

En ese mismo grupo, el Villarreal arrancó un punto de su visita a Dinamarca. Los castellonenses, con Joseba Llorente como titular, se quedan a tan sólo un punto de la clasificación para octavos de final. El italiano Giuseppe Rossi adelantó al submarino amarillo, Curth empató para los daneses, Guille Franco puso en ventaja al Villarreal y, finalmente, Due instaló el dos a dos definitivo de falta directa.

Respiro para Luis Aragonés

No está siendo nada fácil la aventura del entrenador de Hortaleza en Turquía. Llegó como un auténtico héroe, pero los malos resultados le han puesto en entredicho. Tanto, que se ha llegado a especular con su cese en más de una ocasión, especialmente tras ser goleado en casa por el Arsenal. Anoche, los canarios de Estambul devolvieron la visita a los cañoneros de Londres y consiguieron no ser cazados. Destacar el concurso de Fabianski, el portero suplente, tras los problemas a última hora de Manolo Almunia. El iruindarra pasó todo el día con vómitos y problemas estomacales.