Cumbre internacional en Nairobi, cruentos combates en Kivu Norte
Mientras los jefes de Estado de la región celebraban una cumbre en Nairobi, la situación continuaba degenerando en Kivu Norte. A los nuevos combates entre los guerrilleros tutsis del general Laurent Nkunda y las tropas del Ejército de la RDC, hay que sumar el incremento del número de desplazados, que llegan a los 253.000 según la ONU. Cada vez hay más voces que alertan del riesgo de desastre humanitario.GARA |
Mientras estallaban combates con armamento pesado cerca de Goma, al este de la República Democrática de Congo (RDC), comenzaba en Nairobi una cumbre internacional destinada, en teoría, a parar la escalada de un conflicto que amenaza con provocar un nuevo desastre humanitario de grandes proporciones.
Los combates comenzaron a las 11.40 [10.40 en Euskal Herria] entre el Ejército de la RDC y los rebeldes tutsis del CNDP del general Laurent Nkunda en Kibati, a quince kilómetros al norte de Goma, la capital de Kivu Norte, declaró en Kinshasa el portavoz militar de la misión de la ONU (Monuc), el teniente coronel Jean-Paul Dietrich.
«El Ejército ha empleado armas pesadas, morteros y ametralladoras. Los combates continúan hacia el norte», añadió el teniente coronel Dietrich.
Estos combates provocaron la huida de miles de civiles, aterrorizados, que se encontraban en un campo de desplazados en el que viven decenas de miles de personas.
Mientras, en la capital keniata, comenzaba la cumbre internacional sobre la RDC convocada con urgencia para intentar evitar la escalada del conflicto. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, presidió esta cumbre, en la que se realizaron entrevistas bilaterales a puerta cerrada en un hotel de la periferia de Nairobi.
El presidente de la RDC, Joseph Kabila, y el de Ruanda, Paul Kagame, participaron en esta cumbre junto a varios jefes de Estado africanos. Los organizadores no precisaron si Kabila y Kagame habían tenido un encuentro directo en el marco de esta cumbre, mientras Kinshasa y Kigali continúan acusándose mutuamente de ser los responsables de esta nueva crisis.
La cumbre concluyó con un documento en el que se exige «un alto el fuego inmediato» a «todos los grupos armados y milicias» de Kivu Norte y Kivu Sur y que se establezca un corredor humanitario «para permitir dar una respuesta a la tragedia humanitaria». Además, se reclamó que se apliquen los acuerdos para desarmar a los grupos.
Acusaciones de Kinshasa
Antes del comienzo de la cumbre, Kudura Kasongo, portavoz de Kabila, acusó a los rebeldes de Nkunda de haber cometido matanzas y denunció la inacción de la Monuc ante estos hechos. Asimismo, volvió a acusar a Ruanda de estar implicada en las actividades del CNDP.
El portavoz de la guerrilla de Nkunda, Bertrand Bisimwa, por su parte, declaró que el encuentro de Nairobi era «otra cumbre que no vale para nada, ya que los congoleños no van a poder resolver sus problemas». Por ello, instó a Kinshasa a establecer negociaciones directas con el CNDP.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, alertó en Nairobi a los líderes africanos de que esta crisis puede devastar la región y les pidió que ejerzan su influencia para frenar la rebelión de Laurent Nkunda.
Al menos 253.000 personas han huido de sus domicilios desde setiembre en Kivu Norte debido a los combates, según la portavoz de la Oficina de Coordinación de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA), Elisabeth Byrs.
Gran ausente de la cumbre de ayer en Nairobi, los rebeldes de Laurent Nkunda, inicialmente integrados por soldados descontentos, se han convertido en un movimiento político-militar con ambiciones nacionales.
Sobre el papel, el Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), que ha infligido en los últimos días una dolorosa derrota al Ejército congoleño, se presenta como una «unión socialdemócrata y humanista abierta a todos», con un programa para «restaurar la dignidad de los congoleños».
El CNDP nació oficialmente en julio de 2006 en la provincia de Kivu Norte. Es el heredero de ONG locales como Synergie Nationale pour la Paix, que proclaman su lucha contra «la idea del genocidio antitutsi».
Su líder, Laurent Nkunda, un tutsi de Kivu Norte, hizo su aparición en la escena internacional al aparecer brevemente con cientos de soldados amotinados en Bukavu, capital de Kivu Sur. Se trata de un ex general del Ejército congoleño que se amotinó.
«Ha pasado de un pequeño grupo con un discurso victimista a un movimiento que se posiciona a nivel nacional», analiza Stewart Andrew Scott, autor de una biografía de Nkunda que se publicará próximamente.
«El CNDP se ha convertido en un movimiento político-militar con dos ramas bien organizadas y un discurso político cada vez más estructurado», explica Scott.
Este grupo dio el salto adelante a finales de setiembre, cuando anunció su transformación en «movimiento de liberación nacional» e hizo un llamamiento a los congoleños a sublevarse contra el Gobierno de Joseph Kabila.