Técnicos en salud pública están preparando un plan de limpieza y descontaminación del Edificio Central de la Universidad del Opus Dei y un proyecto para las labores de desescombro y reparación de la zona afectada por la explosión de un coche bomba el jueves de la semana pasada. Para ello, se seguirá un plan específico de prevención de riesgos laborales para garantizar la salud y seguridad del personal que realiza las tareas de limpieza y obras en el edificio.

Tras el atentado asumido por ETA, el día siguiente el alumnado regresó a las aulas en el Edificio Central, aunque la actividad en el mismo se ha suspendido después de que esta semana más de 300 personas hayan tenido que ser atendidas por haber resultado intoxicadas, al parecer, por una acumulación de gases.

Ayer tuvo lugar una reunión de representantes de la Universidad del Opus, de la Inspección de Trabajo, del Instituto Navarro de Salud Laboral y del Instituto Nacional de Salud Pública, y se acordó mantener el cese de actividades y la restricción de uso del edificio.

De las 301 personas atendidas, ayer por la tarde 21 seguían ingresadas en centros hospitalarios de Iruñea, y todas ellas evolucionaban favorablemente. En la Clínica del Opus siguen ingresadas 17 personas, tres en el Hospital Virgen del Camino, una en el Hospital de Nafarroa y fue dada de alta la persona atendida en el servicio de Atención Primaria de Osasunbidea.