SEGUNDA Lillo convocó a los mismos jugadores que viajaron a Tarragona y Pouso citó a todos los disponibles para viajar hoy a Donostia
Un derbi para remontar posiciones
Real y Eibar se miden en Anoeta con la intención de lograr una victoria y cortar sus malas rachas de local y visitante, respectivamente.
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Real Sociedad y Eibar disputan un derbi del que saldrá reforzado el ganador y el derrotado quedará rodeado de dudas. Aunque el empate no sería un mal resultado para el Eibar, los dos necesitan ganar para romper sus rachas como local y visitante. Los blanquiazules no han ganado en sus tres últimos partidos de Anoeta y un equipo que aspire a subir debe ser fuerte, sobre todo, en su campo. Sumar un triunfo al logrado en Tarragona supondría acercarse a los puestos de ascenso y reforzar la confianza de los realistas.
El Eibar lleva cuatro derrotas en sus últimas salidas y como en Ipurua tampoco le es fácil ganar, los azulgranas quieren romper esa racha y confirmar con resultados el buen juego exhibido en casa. Una derrota en Anoeta dejaría a los de Pouso en una situación muy delicada mientras que un triunfo les permitiría adelantar a los de Lillo.
El técnico realista convocó a los mismos jugadores que viajaron el fin de semana anterior a Tarragona y la duda estriba en saber si va a dar continuidad al once y al sistema con tres centrales y dos carrileros largos o si, tras los problemas de Carlos Martínez, se decanta por colocar a Gerardo de lateral derecho y recupera una defensa de cuatro.
Carlos Pouso ha anunciado cambios en su once y se da por segura la vuelta de Larrazabal y como probable la de Codina. Lo más reseñable es que ayer no ofreció una lista de convocados, y todos los disponibles están citados hoy en Eibar para comer y después desplazarse a Donostia. Junto a ellos cogerán la autopista varios centenares de aficionados ya que han completado cuatro autobuses. Además, muchos irán en vehículos particulares.
Se espera un buen ambiente en Anoeta y cabe esperar que no afecte para nada la mala relación entre ambas directivas, con cruce de declaraciones después de que la Real no haya abonado los 150.000 euros que debía cobrar el pasado ejercicio y con un enfrentamiento entre Badiola y Barriuso que se traslada a las elecciones a la Guipuzcoana. Porque el derbi de hoy llega después de una tarde noche de ayer en la que quedó en evidencia la división del fútbol guipuzcoano.
Barriuso ganó ayer a Badiola
Los jugadores, los entrenadores, los árbitros y el fútbol sala designaron ayer a los 23 representantes que, con los 87 de los clubes, elegirán en la Asamblea de la Federación Guipuzcoana del 15 de diciembre a su Junta Directiva. Juan Luis Larrea, con el apoyo de Badiola, y Jaime Barriuso, con el de la mayoría de los principales clubes de Gipuzkoa, han anunciado su candidatura y la jornada de ayer se antojaba clave para desequilibrar la balanza de un lado u otro en función de que se eligieran los representantes impulsados por una candidatura o la otra. Ayer ganaron los no oficialistas.
La candidatura de Barriuso se siente casi ganadora y espera incluso que Larrea se retire y no haya ni elecciones tras lograr el apoyo de trece votos de entrenadores -por 68 a 50- y jugadores -650 a 525-. A la hora de cerrar esta información se contaban los votos de los árbitros -que se esperaba que fueran favorables a Larrea- y del fútbol sala.
Los administradores concursales presentaron ayer su informe sobre la situación, los acreedores y la viabilidad de la Real. Diversas fuentes señalaron a GARA que, en base al artículo 48-1 de la Ley Concursal, pidieron en un escrito la suspensión en sus facultades de administración y disposición del Consejo que, de ser aceptada, seguiría en su puesto pero sin poder ejecutivo. El juez de lo Mercantil, Pedro José Malagón Díaz, primero trasladará el informe a todos los acreedores por si alguno lo impugna, lo que dilataría todo el proceso, y además deberá decidir si acepta las conclusiones de los administradores concursales y suspende de sus funciones al Consejo.
Ésta sería la decisión más lógica y lo más probable, porque debe confiar en los administradores concursales a los que ha encargado todo el proceso, pero cuando se está ante un juez no cabe dar nada por seguro y, además, son muy importantes en todo el proceso los plazos. Lo ideal para la sociedad es que su decisión sea rápida para acabar con la incertidumbre y porque cada día que pasa en el caos en el que se encuentra la Real se agrava más la situación. Pero desde el Consejo se asegura que el juez no sólo analizaría el informe de los administradores, sino que además pensaba hacerle llegar un plan de viabilidad con alguna modificación y un ERE después de que fueran rechazados por los concursales.
GARA ya adelantaba que el informe iba a ser muy duro con el Consejo y los administradores concursales ven que cualquier futuro para la sociedad y toda posibilidad de los acreedores de cobrar parte de sus deudas pasa por su inhabilitación. La duda estriba en saber cuánto se dilatará el proceso, porque antes del final de año la Real debe celebrar una Junta Ordinaria de accionistas para aprobar las cuentas del pasado ejercicio y el presupuesto del presente. Si para entonces el Consejo no es inhabilitado judicialmente, se pedirá y se aprobará su remoción. Pero el problema surge si no hay una decisión judicial antes que rompa esta relación imposible, ya que deben presentarse unas cuentas y un presupuesto y el Consejo no sólo va a tener el problema de que no tiene la confianza de los administradores concursales, tampoco la auditora confirmada por la Junta el 17-J avala los números... si hay alguien que los haga para entonces. De eso trataremos el martes, pero la convocatoria debe hacerse con un mes de antelación y para entonces deberían estar los números. Radio Euskadi señaló ayer que ya hay problemas entre Badiola y su portavoz Antoñana.
ITURRIA