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La esperanza de hallar a María Puy Pérez continúa viva un mes después

A pesar del tiempo que ha transcurrido desde que la vecina de Lizarra María Puy Pérez desapareciera el 11 de octubre, las labores de búsqueda prosiguen; y por ende, la esperanza de encontrarla sigue muy viva en la mente de todos los vecinos de la zona. Mientras tanto, su ex compañero sigue preso en la cárcel de Iruñea, pero no imputado por la desaparición.

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Asier VELEZ DE MENDIZABAL

Incertidumbre, desasosiego e impotencia. Ése es el sentimiento generalizado entre los vecinos de Lizarraldea ante la falta de noticias en el caso de la desaparición de su convecina María Puy Pérez, de 51 años. Desde que hace justo 30 días la mujer no asistiera a presenciar un partido de fútbol de su hijo en la vecina localidad de Oteiza, nadie ha tenido conocimiento de su paradero. Dos días después era detenido su ex compañero, J.M.M., de 50 años, acusado de quebrantar la orden de alejamiento aquel mismo día. En el registro de su domicilio se hallaron diversas armas, algunas de fabricación propia, para cuya posesión estaba totalmente inhabilitado, por lo que ingresó en prisión el 17 de octubre. Pero si no hay nuevas acusaciones se calcula que saldrá de prisión en tres meses.

En el pueblo no acaban de creerse todo lo que ha pasado. Casi todos conocían a la desaparecida o su ex compañero, pero nadie quiere hacer declaraciones sobre el asunto, y si las hacen se niegan a desvelar su nombre. «Aquí lo que todo el mundo piensa es que la ha matado él y que la habrá tirado a algún sitio donde no puedan recuperar sus restos. Pero, claro, la ley es la ley, y mientras no aparezca el cuerpo ni encuentren pruebas sólidas, debe respetarse la presunción de inocencia», apunta un vecino de la localidad, que muestra su «frustración» por no poder hacer nada. «El sentimiento más extendido entre la población es de impotencia. No podemos sino esperar», se lamenta.

La llama de la esperanza en torno a una hipotética aparición de la vecina de Lizarra fue apagándose conforme pasaban los primeros días. El eco mediático y social que tuvo la noticia ha dado paso al silencio ante la falta de novedades sobre el caso. No obstante, las labores de búsqueda continúan, aunque es imposible saber con qué intensidad. Ni la Policía Foral ni los bomberos quieren hacer declaraciones. Muchos vecinos no dejan de rastrear la zona en busca de pistas.

Ante esa situación, los familiares de María Puy Pérez convocaron una concentración el pasado miércoles en la que recibieron el calor y la solidaridad de cerca de un millar de personas. Pese a la incesante lluvia, los vecinos no dudaron en acudir masivamente a la movilización por su convecina. Fue la hija de la desaparecida quien tomó la palabra para pedir que no cese la búsqueda.

Llamamiento a los vecinos

«Queremos pediros que sigáis atentos y que deis cuenta de cualquier anomalía que observéis, por pequeña que sea, ya que eso podría resultar decisivo para encontrarla. Es muy importante que cada salida que realicéis se convierta en un momento de búsqueda. Hay que tener en cuenta que estos hallazgos muchas veces se producen de la forma más inesperada», pidió a todos los vecinos, con rostro sereno pero firme a la vez. A su lado, el otro hijo de María Puy Pérez no podía reprimir las lágrimas.

La familia de la desaparecida explica que siente «una gran frustración por haber llegado a esta situación y no haber podido evitarla», pero matiza que si de algo están seguros es de que «en todo momento hemos estado con ella y así se lo hemos hecho saber siempre». Además, la hija de María Puy destaca que necesitan saber qué ha pasado con su madre, que tienen derecho a ello, y por ello confirma que «esta búsqueda no terminará hasta que aparezca».

Tras el acto, los medios de comunicación los rodearon en busca de declaraciones, pero por ahora no hay nada más que decir. Luego se acercaron varios conocidos, que trataron de insuflarles fuerzas para que no se derrumben. Media hora más tarde, ya sólo quedaban ellos en la Plaza. Y solos marcharon rumbo a casa, con la esperanza de que esta pesadilla acabe cuanto antes.

 

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