Pobre empate en Mendizorrotza
Poco más que mitigar los daños
Dos clamorosos errores defensivos permitieron que el equipo menos realizador de la categoría se pusiera 0-2 en apenas once minutos de juego. Cuevas e Igor aprovecharon la también muy endeble zaga visitante para rescatar un pobre empate ante el Sevilla Atlético
DEPORTIVO ALAVÉS 2
SEVILLA ATLÉTICO 2
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
Remontar un 0-2 al minuto 11 da pie a hablar de épica, pero el empate de ayer ante el colista apenas da para mitigar los daños de un desastre que el propio Deportivo Alavés se generó a sí mismo en otro pobre partido que dejó muy malas sensaciones en Mendizorrotza, otrora fortín del que los dos últimos colistas se han llevado cuatro puntos en dos semanas. Tras el desastre inicial, el punto puede parecer un mal menor, pero las malas sensaciones dejan poco lugar a la esperanza, ya que gran culpa de la remontada fue debida a la bisoñez visitante.
Salmerón volvió a apostar por colocar a César en el eje del centro del campo para cubrir las bajas de Emilio, Garitano y Cabrera y el remedio volvió a ser peor que la enfermedad, ya que la presencia del gasteiztarra poco colaboro en la generación de juego y, por contra, abrió un agujero negro en la defensa que hubiera sido insalvable ante cualquier otro rival.
El desbarajuste creado, agravado con una de las actuaciones personales más nefastas que se recuerdan en tiempo, hizo que el Sevilla Atlético, el equipo menos realizador de la categoría, que sólo había marcado un gol fuera de su casa, se pusiera 0-2 en poco más de diez minutos. Primero De la Bella aprovechó el pasillo que le dejaron para adelantar a los suyos con un gran disparo por la escuadra y, sin tiempo a reaccionar, Almirón perdió incomprensiblemente una pelota que quiso ceder a Bernardo y Pukki aprovechó para marcar a puerta vacía.
Impotencia
Con el varapalo del 0-3 de la semana anterior, con varios jugadores fuera de sitio y la medular desconectada, el Alavés no podía encontrar la forma de crear peligro a una zaga que, a diferencia de lo que se espera de un equipo de la cantera de Nervión, se mostraba muy poco contundente a poco que se le conseguía apretar.
Así vino la jugada del primer gol albiazul, en la que Pedraza aprovechó un mal despeje para ponerle un buen balón a Cuevas, que marcó su primer tanto con la elástica albiazul.
Aunque se esperaba un cambio «discreto» en el descanso, no fue hasta cuando se lesionó en el comienzo de la segunda parte, cuando Salmerón retiró a Almirón, retrasó a César a la defensa y reconstruyó un centro del campo que apenas había intervenido previamente.
Sin ser un cambio radical, el juego albiazul mejoró algunos enteros con los jugadores en su sitio y, más por insistencia que por juego, Igor Martínez recogió otro rechace a los dos minutos de entrar al campo y marcó el tanto del empate.
La debilidad y falta de experiencia del filial sevillista era casi el único argumento para creer en la remontada y el Alavés siguió buscando culminar la vuelta. No obstante, el que más cerca de marcar estuvo fue Perotti, que tras una gran jugada personal, se recreó demasiado y perdonó la victoria.
José María Salmerón compareció «preocupado y enfadado» tras el mal partido del Alavés ante el colista, sobre todo por la repetición de errores en defensa, que que han llevado al equipo a ser el más goleado de la categoría con 19 tantos en contra en 11 jornadas. En un discurso empleado no ya sólo por el mismo técnico almeriense, sino por varios de sus predecesores en el cargo, el entrenador albiazul se lamentó de las facilidades otorgadas a los rivales.
«Es difícil entender cómo se cometen estos errores. El primer gol es una jugada en la que fallamos en un despeje y luego nos la meten por la escuadra. Del segundo no merece la pena ni comentarlo. Empezando de esta manera, el partido se nos ha puesto muy complicado y esto nos ha creado mucha precipitación y una gran merma de confianza. La siguiente media hora ha habido muchas imprecisiones y muchos fallos y en la segunda, a base sobre todo de ímpetu y por fuerza hemos conseguido empatar pero realmente hemos hecho las cosas mal».
«No podemos dar tantas facilidades en Segunda División. Seguimos fallando en cosas que realmente se están trabajando y que tenemos que ajustar», reiteró una y otra vez con la voz bastante rasgada de todo lo que había gritado en el campo.
Preguntado por los motivos que le llevaron a repetir con César en el centro del campo, el preparador del equipo babazorro explicó que, «son las circunstancias. Ahora mismo necesitamos un equilibrio defensivo en el centro del campo porque estamos poniendo demasiada gente por delante. El problema no viene de que César esté más atrás o más adelante, viene de que hemos hecho dos regalos y con esos regalos no se puede hacer nada a este nivel», agregó Salmerón.
El técnico albiazul no quiso valorar demasiado la actuación de un Almirón que, además de estar muy desafortunado, tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado. Según las primeras pruebas, el argentino tiene una rotura fibrilar que podría tenerle tres semanas de baja.