Evidentemente, su situación no es comparable a la de Iñigo Díaz de Cerio, que se ha despedido del fútbol para unos cuantos meses, pero tampoco están siendo buenas jornadas para el otro protagonista de la acción que acabó con el delantero donostiarra lesionado.

«La verdad es que lo he pasado bastante mal porque tengo la jugada en mente, oigo el chasquido de la pierna...», reconocía ayer Zigor, que ni siquiera ha podido dormir. «Sobre todo el sábado, porque le das bastantes vueltas. Te metes a la cama y tienes la jugada en mente todo el rato», confesó.

Y es que el guardameta azulgrana reconocía que cuando vio «cómo tenía la pierna, se me vino el mundo encima». Pese a lo cual, Zigor, que ya ha podido hablar con De Cerio «para pedirle perdón y animarle», tiene la conciencia tranquila. «Fue sin querer, no fue con mala intención. En todo momento voy a por el balón, él se anticipa y tengo la mala suerte de darle a él en la pierna», explicó.

Afortunadamente, la jugada es clara en ese sentido. El propio De Cerio, a través del doctor Escobar, exculpaba totalmente al portero, que ha recibido muchas llamadas en las últimas horas. «Mucha gente me ha llamado -explicó-. La gente que ha visto la jugada sabe que fui sin maldad y que fue una jugada de mala suerte. Agradezco mucho esas llamadas porque no son buenos momentos», confesó Zigor, pese a reconocer que la peor parte se la lleva De Cerio, al que desea una recuperación lo más rápida posible.