En el barrio iruindarra de Mikel Gil Kurika, la Txantrea, han manifestado «su firme disposición para trabajar hasta que esté en casa». Esta demanda está liderada por la plataforma «Kurika Etxera!. Tal y como han explicado, «llevamos tiempo denunciando que la enfermedad que tiene Mikel no es compatible con la cárcel, y el hecho de que intentara quitarse la vida es un claro ejemplo de esto».

Para denunciar todo ello, han convocado una movilización para este domingo, 16 de noviembre, que partirá a las 12.30 desde la Plaza del Euskara del popular barrio de Iruñea

Los vecinos del barrio y colectivos como Etxerat han venido denunciando su situación. Gil sigue ingresado en la cárcel de Zuera (268 kms.), pese a padecer una grave enfermedad mental y varias afecciones físicas. Informes médicos o elaborados por las propias instancias penitenciarias han acreditado lo insostenible de su situación, pero se le han seguido denegando medidas como el artículo 92 o su traslado a la cárcel de Iruñea.

Informes y recomendaciones

Desde principios del año le han prohibido las visitas de su médico y de la sicóloga de confianza. El siquiatra de la cárcel realizó un informe en junio en el que decía que «la permanencia larga en la cárcel agrava su situación». El mes pasado, la Junta de Tratamiento de la cárcel propuso la suspensión del primer grado para Gil, y ahora se espera que se le vuelva a clasificar. Un informe de los médicos de la cárcel desaconseja que sea mantenido en ese régimen.

Desde la Txantrea han remarcado que «Kurika no ha llegado a esta situación porque sí, sino que ha sido la cruel política penitenciaria. Las duras condiciones de vida que ha padecido durante dieciséis años y la desasistencia sanitaria son las responsables de que padezca este trastorno».