GARA > Idatzia > Iritzia > Gutunak

Arantxa Becerra Iturgaiz Pasai Antxo

A nuestra querida Seguridad Social

El día 20 de octubre ingresamos en el Hospital Donostia a nuestra madre, que toma Sintrom y que por causa de una posible ciática un antiiflamatorio le causó una hemorragia digestiva, ingresándola en la tercera planta, en Digestivo, siete días. El problema se fue resolviendo satisfactoriamente, pero el de la ciática se fue agudizando, hasta el punto que nuestra madre no podía andar y los dolores cada vez eran más fuertes. Hasta entonces la estuvieron tratando con Nolotil en vena, pero en ningún momento se aviso a un traumatólogo. ¿Tanto le costaba a esta doctora hacer una llamada telefónica a la planta de traumatología? ¡Por supuesto que no!

El día 27 nos la dieron de alta, no se lo pierdan, con el informe del Sintrom de otro paciente. ¿Qué hubiera pasado si los hijos no nos damos cuenta?

Nada más salir por la puerta, ingresamos nuevamente en urgencias. El médico de admisiones, después de contarle lo sucedido, nos contestó «que era el protocolo», y viéndonos que íbamos a por todas, nos envió a urgencias, donde un médico de medicina general nos atendió de maravilla. Y yo me pregunto, ¿con sus madres habrían actuado igual? ¿Dónde está la humanidad de estas personas llamadas médicos? Mi madre está en casa sin poder moverse, con parches de morfina incluidos. Sólo pedíamos que le viese un traumatólogo.

Quiero agradecerle al médico de urgencias que nos atendió, doctor David López García, el trato profesional y sobre todo humano y cariñoso -que a veces es mucho más importante- con que nos trato, así como a las enfermeras y auxiliares que estaban con él.

¡Ah!, se me olvidaba. En el parte de alta de Digestivo consta que es recomendable acudir al traumatólogo. ¡Qué vergüenza!

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo