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Aniversario de la muerte del rais palestino

Los palestinos recuerdan la muerte de Arafat más divididos que nunca

La dirección de al-Fatah aprovechó el cuarto aniversario de la muerte de Arafat para arremeter contra Hamas, mientras sigue deteniendo a sus seguidores en Cisjordania. En Gaza, el movimiento islamista impidió con la amenaza de la fuerza cualquier conmemoración en recuerdo del rais. Fracasado el último intento de diálogo palestino, no son pocos los que añoran a su líder, entonces indiscutible, olvidando sus últimos y erráticos años al frente de la Palestina ocupada.

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GARA | RAMALLAH

Miles de palestinos salieron a la calle en Cisjordania para conmemorar el cuarto aniversario de la muerte en extrañas circunstancias del rais palestino, Yaser Arafat.

La multitud afluyó a la Muqata, cuartel general de la Autoridad Palestina en Ramallah, para participar en un acto de recuerdo que el actual presidente de la AP, Mahmud Abbas, aprovechó para atacar con virulencia al Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), que tiene el control de la Franja de Gaza.

Abbas acusó al movimiento islamista de haber saboteado deliberadamente la cumbre de las distintas organizaciones de la resistencia palestina cuyo inicio estaba previsto el pasado domingo en El Cairo con el objetivo de poner fin a las divisiones internas y geográficas, que atenazan al pueblo palestino.

«Ellos han desaprovechado esta oportunidad histórica. Me refiero a la dirección de Hamas», aseguró.

Abbas, conocido como Abu Mazen, acusó a Hamas de invocar «falsos pretextos» para boicotear el diálogo en la capital egipcia.

La organización islamista decidió en el último minuto no acudir a las negociaciones auspiciadas por Egipto tras acusar a Abbas de negarse a liberar a más de medio millar de islamistas detenidos por los servicios policiales en Cisjordania.

Abbas negó que su Policía detenga a palestinos por sus opiniones políticas sino a sospechosos «que portan armas ilegalmente o colectan fondos sin autorización».

Expulsada de Gaza tras descubrirse que ultimaba planes de desestabilización de la Franja en un intento de forzar un golpe de Estado, la dirección de al-Fatah -a la que pertenece Abass- lleva a cabo una campaña represiva que incluye el desarme de organizaciones de la resistencia enemigas, redadas masivas que incluyen torturas contra la militancia de Hamas en Cisjordania y el cierre de sus organizaciones de asistencia social a los más necesitados.

Tampoco Hamas le va a la zaga y ha impuesto un férreo control en la Franja, expulsando sin contemplaciones a clanes rivales y reprimiendo manifestaciones de al-Fatah.

Ocho personas murieron en el aniversario de la muerte del rais el año pasado y 130 resultaron heridas en enfrentamientos entre la Policía de Hamas y manifestantes.

Ninguna ceremonia de recuerdo tuvo lugar ayer en Gaza. Un comité organizador denunció los obstáculos impuestos por el poder en Gaza. Abbas no dejó pasar la oportunidad para acusar a Hamas de impedir «con la amenaza de las armas» estas celebraciones.

A través de un comunicado hecho público en Gaza, Hamas arremetió contra Abbas, al que acusó de convertir al movimiento al-Fatah en «una corriente cómplice de los proyectos americano-sionistas» y de trabajar «para asegurar la seguridad del ocupante, no la de la ciudadanía palestina».

Gaza, sitiada y sin luz

En una nueva muestra de su estrategia de aprovechar políticamente el criminal sitio que Israel mantiene sobre Gaza, Abbas se vanaglorió, en su discurso, de que la AP «continúa, pese al golpe de Estado (sic) de Hamas, pagando los salarios de 77.000 funcionarios en Gaza».

«Mientras tanto, ellos hacen traer dinero, armas y drogas por los túneles (que salvan la frontera con Egipto) y hacen negocio con ello», aseguró, en referencia a los líderes de Hamas.

Confiado en que el ahogo de la población de Gaza podría revertir la tendencia de las últimas elecciones -victoria aplastante de Hamas y derrota igual de inapelable de al-Fatah-, Abbas desafió al movimiento islamista a que acepte la convocatoria de «elecciones o de un referéndum» en la actual situación y exigió el apoyo total de la Liga Árabe, a la que exigió «que identifique claramente la parte que obstaculiza el diálogo».

Mientras el presidente de la AP depositaba un ramo de flores en la tumba del histórico líder palestino, barrios enteros de Gaza amanecían tras una noche sin electricidad por la decisión de Israel de dejar de suministrar carburante a la única central eléctrica de la Franja.

El ministro israelí de Defensa decidió cortar el suministro el lunes en represalia por el lanzamiento horas antes de un cohete de fabricación artesanal que no provocó daños en Sderot.

La resistencia palestina ha reanudado el lanzamiento de cohetes artesanales tras la muerte la semana pasada de una decena de palestinos en ataques del Ejército israelí.

A última hora de ayer, Israel autorizó la entrega de carburante a la central, que abastece el 40% de las necesidades energéticas de la Franja.

Tel Aviv advirtió de que liberará carburante con cuentagotas y amenazó con volver a cortar el suministro en caso de que se repita el lanzamiento de cohetes.

Israel impuso un bloqueo a Gaza, que cierra o entreabre a conveniencia, después de que Hamas, primera fuerza política palestina, tomara el control de la Franja en junio del año pasado tras sucesivos e infructuosos intentos de englobar a al-Fatah en un gobierno de unidad nacional.

Mesa Nuclear

En esta dramática coyuntura, muchos de los que se acercaron a Ramallah insistían en vincular la crisis interpalestina con la desaparición de Arafat. «Cada año que pasa se hace evidente hasta qué punto era el protector de este pueblo», se lamentaba Nayef Harbiyat, quien a sus 83 años viajó desde Dhahiriya, en la otra punta de Cisjordania. «Si siguiera vivo esto no habría pasado», coincidía Maan Ahmad, un estudiante de Tulkarem.

El rais murió el 11 de noviembre de 2004 a la edad de 75 años en un hospital de París. Las causas de su muerte siguen siendo un misterio.

Boicot a las municipales en Jerusalén

La inmensa mayoría de los 250.000 palestinos que resisten en la ocupada Jerusalén boicotearon los comicios municipales israelíes. La huelga general convocada por una coalición de organizaciones palestinas tuvo, por contra, un seguimiento desigual en los comercios de la parte oriental de la ciudad, con mayoría palestina.

Junto a Jerusalén se celebraban elecciones municipales israelíes en 159 localidades, entre ellas las colonias de Cisjordania y de los Altos del Golán. En la ciudad «tres veces santa», que cuenta con una población judía de 481.000 personas (65% de la población) pugnaban por la victoria el rabino ultraortodoxo Meir Porush y el empresario Nir Barkat. Según una encuesta Barkat del Canal 1, habría logrado el 59% de los votos.

Ambos han tratado por todos los medios de asegurarse el voto de un electorado muy conservador y defienden la anexión de facto de Jerusalén Oriental, conquistada a sangre y fuego en la Guerra de los Seis Días (1967) y anexionada de iure en 1980 por una ley del Parlamento que declaró la ciudad «capital indivisible y eterna del Estado de Israel». Esta anexión no ha sido reconocida por la comunidad internacional.

Desde 2003, la Alcaldía de Jerusalén ha estado en manos de Uri Lupolianski, un ultraortodoxo que ha decidido no volver a presentarse.

Un tercer candidato, el millonario de origen ruso Arcady Gaydamak esperaba dar la campanada tras denunciar el racismo de los otros dos candidatos contra los árabes. GARA

Olmert y hamas

El todavía primer ministro israelí, Ehud Olmert, vaticinó como ineludible una confrontación armada con Hamas. «Es sólo cuestión de tiempo. No la deseamos, pero tampoco la tememos y lo que debemos hacer es prepararnos para ella», subrayó.

cierre de gaza

La Asociación de la Prensa Extranjera en Israel expresó su preocupación por la clausura por parte del Gobierno israelí de la Franja de Gaza en los últimos días y que ha impedido la entrada de periodistas a ese territorio sitiado.

Livni a Olmert

La líder del grupo Kadima tomó distancias respecto a las declaraciones de su compañero de filas Olmert, quien aseguró la víspera que Israel debería hacer importantes concesiones territoriales a cambio de la paz en Oriente Medio.

Obama recibió el apoyo masivo del electorado judío

Un 78% de los judíos votó por Obama frente a McCain en las presidenciales. Este porcentaje es mayor que el que obtuvo el demócrata John Kerry (74%) en 2004 y emula al logrado por Bill Clinton en 1992 y Al Gore en 2000 (79%).

«En los últimos años se observaba una tendencia de los judíos hacia el voto republicano pero Obama la ha cortado en seco», asegura Jacques Berlinerblau, profesor de civilización judía en la universidad Georgetown de Washington.

El resultado sorprende más cuanto que Obama no contaba en julio más que con el 60% del voto de los judíos, que además en las primarias apostaron por Hillary Clinton. El viaje del hoy presidente electo ese mes a Israel y su alineamiento con el sionismo, unido al impacto de la crisis financiera entre el electorado judío, se ha revelado decisivo. Por contra, la elección de Sarah Palin en el ticket republicano alejó a parte del electorado judío. «Su acento populista les recordó el fantasma de la tradición antisemita» en el país, señala.

La comunidad judía en EEUU es la segunda del mundo tras Israel con 5,3 millones de habitantes (1,7% de la población). Tradicionalmente vota demócrata.

El demógrafo Ira Sheskin, de la universidad judía de Miami, apunta a su vez a la «historia común de las comunidades negra y judía como víctimas históricas de la discriminación» para explicar este apoyo masivo.

Berlinerblau concluye que la elección de un judío. Rahm Emanuel, como secretario general de la Casa Blanca, ha confirmado al loby judío en su elección. GARA

BELÉN

La Autoridad Palestina dio inicio ayer en Belén a un «plan de seguridad» similar a los que ha venido aplicando en otras localidades de Cisjordania, la más reciente en Hebrón, y que han acabado con centenares de militantes islamistas en prisión.

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