UPN y PSN cierran filas para que el polígono de tiro siga hasta el 2028
Los múltiples posicionamientos institucionales por el desmantelamiento del polígono de tiro de las Bardenas han vuelto a quedarse en agua de borrajas. El Gobierno de UPN mostró ayer su «respeto» al principio de acuerdo entre la Junta y el Ministerio para mantener la instalación 20 años más, y lo hace con el apoyo férreo del PSN, que ha ordenado a todos sus representantes en la zona que avalen la decisión.Ramón SOLA |
UPN y PSN han vuelto a desdecirse en sus posicionamientos y pondrán alfombra roja, a través de los ayuntamientos de la zona, para que el Ejército español siga en las Bardenas. No será, además, por otros siete años, el plazo del convenio firmado en 2001 y que caduca ahora, sino por casi el triple de tiempo. El principio de acuerdo alcanzado por la Junta de Bardenas y el Mnisterio de Defensa prevé que la presencia militar se mantenga 20 años más, hasta 2028.
Pese a que el Gobierno navarro se escuda en que la institución competente para decidir sobre el tema es la Comunidad de Bardenas, paradójicamente fue Miguel Sanz quien confirmó ayer el acuerdo, «aceptado, pactado y negociado por quienes son los agentes implicados y competentes en esta materia».
Acto seguido, el presidente navarro y de UPN apuntó que «desde el Gobierno no tenemos nada que decir. Y, sobre todo, si no existe un mandato parlamentario mayoritario que nos inste a llevar a cabo alguna acción contraria».
Con esta afirmación, Sanz situaba la pelota en el tejado del PSN, que a través de su líder, Roberto Jiménez, se apresuró a rematar la jugada al considerar «bueno» que se haya llegado a un acuerdo de renovación. De hecho, el PSN ha dado orden a todos sus electos en la zona para que acaten la decisión cuando el nuevo convenio sea sometido a votación en la Junta de Bardenas, en la que cada ayuntamiento de la zona tiene un voto, lo mismo que las juntas de los valles de Zaraitzu y Erronkari y que el Monasterio de La Oliva.
«Nos gustaría poder decir que hoy es el día en que ya no vuelve a existir un polígono de tiro -dijo Jiménez-, pero hay unos intereses generales para la defensa de España y es un acuerdo lo menos malo posible».
Txentxo Jiménez, de Nafarroa Bai, consideró por contra que ha llegado la hora de que «de una vez por todas el Gobierno de Navarra y este parlamento reivindiquen la titularidad, la propiedad de las Bardenas para el pa- trimonio de Navarra».
Al parecer, el nuevo convenio traerá una novedad a este respecto. Además de la aportación económica (240 millones de euros por los 20 años), como contraprestación añadida por la larga duración del nuevo contrato el Gobierno español cederá a la Comunidad de Bardenas el dominio final sobre la zona, del que dispone desde el siglo XVIII aunque sea sólo a efecto de titularidad teórica, dado que el uso y disfrute real corresponde a los «congozantes».
Movilizaciones del Manifiesto
Confirmada ya la decisión de mantener la presencia militar en las Bardenas sin réplica institucional alguna, queda la vía de la respuesta social. El Manifiesto pro-Bardenas anunció ayer la convocatoria de una manifestación en Tutera el 14 de diciembre, a las 12.30, para la que hace un llamamiento a todos los partidos sin excepciones. Antes, el 22 de noviembre, se concentrará ante la Junta de Bardenas para exigir la paralización de las negociaciones y la dimisión de su líder, José Antonio Gayarre.
El lema será «Nafarroa ha decidido: Poligonorik ez». Los convocantes alertan de que «se están cambiando euros por bom- bas» y de que «tenemos que pararles». Exigen que «se acabe la imposición fascista de un polígono de Franco y de la OTAN».
Las movilizaciones de rechazo no tendrán carácter unitario. El intento del Manifiesto pro-Bardenas de promover una marcha amplia y plural no ha conseguido el respaldo de Nafarroa Bai. Esta iniciativa se lanzó la pasada semana en una rueda de prensa llevada a cabo por los electos reunidos en torno a este Manifiesto, después de algunos contactos iniciales que parecían ir por buen camino, también por lo que respectaba a NaBai. Sin embargo, el viernes pasado, en una nueva reunión entre ambas partes esta opción se frustró.
Santi Lorente, portavoz del Manifiesto y uno de los protagonistas de estos contactos, valoró a preguntas de GARA que «la semana pasada, todo el mundo era consciente de que la iniciativa unitaria que estamos promoviendo desde el Manifiesto era la iniciativa que pedía a gritos una gran mayoría social. Cuando creíamos que todo marchaba bien, NaBai nos ha sorprendido diciendo que existen riesgos, que no es posible ni compatible una manifestación unitaria con la izquierda abertzale». Desde el Manifiesto es evidente el malestar: «Les dijimos que se ha perdido una oportunidad y que no nos resignamos». De hecho, se ha hecho un llamamiento abierto para la concentración del día 22 y la manifestación de Tutera del 14 de diciembre.
En paralelo, la opción de iniciativas conjuntas con la Asamblea anti-Polígono se ha descartado tras conversaciones «con total franqueza», según Lorente, que admite que las diferencias hoy día «son insuperables». Cita como ejemplo la alusión de Milagros Rubio a la bomba de la Universidad del Opus anteayer en rueda de prensa, «inaceptable por lo que significa de querer criminalizar políticamente a un organismo popular como el Manifiesto. La Asamblea parece creer que la lucha contra el polígono de tiro es su patrimonio».