El debate histórico entre las dos iglesias
«La buena nueva»
Los éxitos de «La buena nueva», tercer largometraje de Helena Taberna, han sido seguidos con especial atención en Leitza y el resto de localidades donde se rodó, y que contribuyen a recrear en la ficción los sucesos ocurridos en Altsasu durante la Guerra del 36. La historia está parcialmente basada en el testimonio de un tío de la directora navarra, el sacerdote de Altsasu Marino Ayerra, y que es interpretado por el actor vasco Unax Ugalde.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Desde el comienzo de su carrera cinematográfica, la directora navarra Helena Taberna tuvo este proyecto en mente, sin lograr que los productores se interesaran por él a mediados de la pasada década.
Fue entonces cuando rodó los primeros borradores o aproximaciones, con el documental titulado «Recuerdos del 36» y el mediometraje «Alsasua 1936», protagonizado por Iñaki Ayerra, también familiar del sacerdote homenajeado, Marino Ayerra. Al final lo ha tenido que sacar adelante por su cuenta y riesgo, quedando sorprendida con las acusaciones de oportunismo en relación con la candente actualidad del tema de la recuperación de la memoria histórica.
Tal y como bien dice el historiador Ian Gibson, que ya leyó el guión hace dos años y después se ha convertido en el mayor defensor de la película de Taberna, «La buena nueva» llega en el momento oportuno, que no es lo mismo.
Estamos ante una obra personal largamente soñada, pero que no contaba con precedentes cercanos, debido a que el papel de la Iglesia Católica en el alzamiento militar de 1936 siempre ha sido silenciado. Fue el visionado de «Amén», de Costa-Gavras, lo que animó a Helena Taberna hacer realidad el proyecto, pues allí se retrataba la actitud condescendiente de Pio XII con el fascismo.
Contra la postura oficial de El Vaticano, en el filme choca el concepto evangélico del protagonista de la película «La buena nueva», que no está dispuesto a bendecir los fusilamientos y persecuciones que llevan a cabo los militares sublevados contra la población civil.
El actor vasco Unax Ugalde encarna en la ficción al joven párroco inspirado en la figura real de Marino Ayerra, al que en el guión se le ha buscado una relación sentimental con la maestra del pueblo, que ha quedado viuda a causa de la represión. Así nace el personaje de Margari que interpreta la actriz, también vasca, Barbara Goenaga.
La Seminci de Valladolid, además de recibir la película con una emocionada ovación, otorgo el Premio exaequo al Mejor Actor al protagonista Ugalde.
El sacerdote Marino Ayerra, tío de Helena Taberna, nació en Irunberri en el año 1903 y murió en el exilio argentino en 1988. Allí publicó en los años cincuenta su libro de memorias titulado «No me avergoncé del Evangelio» (Desde mi parroquia), circulando a este lado del charco de forma clandestina.
Después de una primera publicación en el 78, conoció hace seis años su definitiva edición a cargo de la editorial Mintzoa. El libro es una crónica amarga que mueve a la reflexión sobre la complicidad histórica de la Iglesia, desde la óptica de un sacerdote que quiso seguir los pasos de la encíclica «Rerum Novarum», pero su vocación le costó la secularización y el destierro.M. I.
