La Real completó ayer una nueva sesión de entrenamiento de cara al partido del próximo domingo en Tenerife (18.00, hora de Euskal Herria). Aunque todavía colea la grave lesión de Iñigo Díaz de Cerio, el central Mikel González considera que ha llegado la hora de pasar página sobre lo acontecido en el derbi contra el Eibar.

«Tenemos un partido muy importante en Tenerife», señaló el de Arrasate, quien sabe que lamentarse no sirve para obtener puntos. «Tenemos lo que tenemos, y con eso hay que ir a muerte», sentenció.

Preguntado por los chicharreros, explicó que «les gusta tocar el balón, tienen jugadores con mucha movilidad y de medio campo hacia arriba es uno de los equipos más peligrosos». A la dupla de centrales realistas le tocará vigilar muy de cerca a Nino, el típico punta «ratonero» con el que sufren más que cuando el nueve rival es un «tanque».

«Se desmarca muy bien y tiene mucho gol», resumió González en una apreciación compartida por su compañero de fatigas Mikel Labaka: «Nino lleva mucho tiempo marcando goles e intentaremos que no ocurra contra nosotros», comentó el de Azpeitia.

Vista la situación creada por las numerosas lesiones de jugadores importantes, se cuestionó a González si ascender sería un milagro: «Para mí no es un milagro, es un objetivo. Lo contrario sería un fracaso».

Información del «fraude fiscal»

El Consejo de Administración blanquiazul colgó ayer en la zona exclusiva para accionistas «un documento con información relativa al fraude fiscal detectado en la contabilidad del club. El fichero recoge las diligencias abiertas por los agentes tributarios de Hacienda en relación a las graves irregularidades fiscales investigadas».