Sincera y abierta. Así se mostró Amaia Montero en una entrevista concedida a este diario con motivo del lanzamiento de su nuevo disco que lleva como nombre su propia identidad. El trabajo, compuesto por once canciones, es el espejo de los sentimientos y de la creatividad interior que la cantante irundarra ha querido reflejar para esta nueva etapa que emprende sin sus cuatro compañeros de la Oreja de Van Gogh. Su nuevo disco saldrá a la venta el próximo martes y se mostró «muy ilusionada» ante este reto que encara en solitario.

¿Cómo ha sido, en general, la experiencia en la creación de su primer trabajo en solitario?

Desde el primer momento es una aventura. Después de once años maravillosos con la Oreja de Van Gogh, había que tomar una decisión. Uno tiene como llamadas, digamos, y a mí me llegó la mía. La necesidad artística, la necesidad creativa de hacer mis propias canciones, de plasmar mis sentimientos, de hacer música, era más grande. A partir de ahí, todo es absolutamente diferente. Todo empieza y acaba en mí. Desde las canciones, que están compuestas letra y música por mí, hasta que se hace el mastering del disco. Cada cosa que ocurre durante esta etapa es diferente. Cada día es un reto. Afrontar toda la situación desde un punto de vista diferente es un reto. Pero, lo que sí tengo es ilusión y eso es lo que me ayuda a tirar hacia adelante.

Éste es un trabajo bien tocado. No hay una producción excesiva, porque para mí lo importante son las canciones. Es una producción elegante; lo que está hecho, está bien hecho. Ha sido una experiencia muy interesante musicalmente, profesionalmente y personalmente.

El primer single es el más diferente de todo el disco. Cambia bastante de estilo y es una apuesta atrevida. ¿Con qué objetivo se ha elegido esta canción?

El single es una canción que es diferente al resto del disco. Es diferente a lo que se ha escuchado de mí. «Quiero ser» es una declaración de intenciones de lo que quiero, de cómo me siento, de cómo me gustaría sentirme con alguien con quien compartiría mi vida. Me parece que tiene una letra bonita pero, sobre todo, verdadera, honesta. Sé que la canción es diferente pero, si hago esa apuesta, la hago con todas las de la ley. Para mí es especial. Supone un tránsito entre mi etapa pasada y mi etapa futura. Es una canción arriesgada. No es una canción que la gente espera. Pero también sé que es una canción que, si te entra, llega, y gusta mucho, y eso es lo que está ocurriendo. «Quiero ser» te deja un poco descolocado, pero hay que darle un poquito de tiempo. Considero que es la canción que tiene que hacer la transición de mi etapa pasada a ésta. Además, es una canción que a mí, personalmente, me encanta, y también soy consciente que es una canción que choca.

En el disco habla de cosas muy personales y dedica canciones a gente muy cercana a usted. ¿Ha querido dejar al desnudo temas que quizás han estado escondidos durante su etapa anterior?

Componer en grupo no es lo mismo que hacerlo en solitario. Cuando compongo, yo hablo de una historia mía o de una historia desde el punto de vista del que yo la veo, no desde el punto de vista de cinco personas. Hablo de mí, de experiencias personales, o de cómo veo yo las cosas. Cuando convives con cinco personas, no puedes hacer lo que tú quieres como cuando te separas y emprendes tu camino en solitario, como en mi caso, que he dicho lo que querido y he sentido. Cada acorde es el que yo he querido, cada letra es la que yo he querido, cada sentimiento es el que yo he querido. Al fin y al cabo, eso es lo que yo quería contar y es un proyecto personal.

También dedica una canción a los cuatro chicos de la Oreja de Van Gogh. ¿Cree que servirá para acallar los rumores que hemos venido escuchando desde que dejó el grupo?

No lo sé, pero ojalá, aunque el objetivo no haya sido ése. Yo te cuento por qué hice esta canción: esas personas han sido parte muy importante de mi vida, y lo que yo he sentido con ellos durante los últimos once años lo he plasmado en una canción porque sentía que tenía que hacerlo. Lo que dice esa canción es la verdad, el cariño que ha habido durante los últimos años. Es imposible que cinco personas que hayan convivido durante tanto tiempo no hayan discutido nunca, y el que diga que no, miente. Que han surgido roces entre nosotros, por supuesto que los ha habido. Pero mucho más grande que todo eso ha sido el cariño. El motivo de dejar el grupo ha sido una necesidad artística y de hacer canciones, no por ningún mal rollo que haya habido con ellos.

Ha tenido la colaboración de Eros Ramazzotti en una de sus canciones. ¿Cómo surgió ese proyecto?

El disco lo he grabado en Milán, en el estudio de Eros, y él estaba allí. Nos veíamos todos los días. ¡Imagínatelo! Era mi ídolo cuando era pequeña y, cuando estuve allí, ¡le veía todos los días! Se creó una relación buena, un buen rollo con él y en "La bahía del silencio" metió un solo de guitarra. Pero fue algo espontáneo, que surgió allí. Él iba a coger dos semanas de vacaciones y, antes de irse, se pasaba por el estudio todos los días. Entonces surgió la idea de que colaborase conmigo, y yo encantada de la vida. Pero fue algo natural.

¿Por qué decidió grabar el disco en Los Ángeles y Milán?

En Milán porque mi productor tiene su estudio allí. Y a Los Ángeles fuimos porque él también tiene experiencia en mezclar cosas allí. A mí me pareció bien. Luego metimos coros, unos coros gospel, que sólo los auténticos los encuentras allí. El día de mi cumpleaños me dediqué a ver cómo grababan los coros, y fue una de las experiencias más bonitas que he vivido. Ése fue otro motivo por el que fuimos a Los Ángeles. Luego volvimos a Italia a remasterizarlo.

El año que viene empieza con la nueva gira. ¿Para cuándo podremos escucharla en Euskal Herria?

Sé que hay alguna cita concertada y que será a principios del año que viene. No sé cuál es la fecha exacta, pero seguro que tú estarás con la cerveza y el cigarro en una mano mientras yo esté currando.

¿Se ha sentido más «liberada» o ha trabajado más a su aire en este proyecto?

Sí, claro. Andas completamente a tu aire. Si estás dentro de un grupo y estás con cuatro personas más, compones con cuatro personas más y, cuando lo compones tú solo, todo empieza y acaba en ti. Sientes más libertad a la hora de todo porque puedes hacer lo que quieres. Para bien y para mal todo empieza y acaba en mí. A la hora de tomar todas las decisiones cuento con esa libertad.

¿Podría elegir alguna canción como su preferida?

Eso es imposible. Cada una tiene un momento, cada canción tiene su cosa, sus recuerdos, es una historia diferente y no me puedo quedar con ninguna.

A. K.