La patronal vasca Confebask, que celebra el próximo miércoles su vigesimoquinto aniversario, presentó ayer en Bilbo lo que denominó «Plan Extraordinario de Impulso Económico, del Empleo y de la Competitividad de la Economía vasca», que está validado con el Gobierno de Lakua.

En el plan pide que «se agilice» la tramitación de los expedientes de regulación, que la CAV asuma la competencia de las políticas activas de empleo; reclama apoyo económico y financiero y pide que el Instituto Vasco de Finanzas entre en funcionamiento. «Es una prioridad y puede que esté en marcha antes de fin de año», según explicó el secretario general de Confebask, José Guillemo Zubia. Su puesta en marcha permitirá, a su juicio, que esa institución financiera conceda avales y préstamos a las empresas con mayor rapidez de lo que lo puede hacer el Gobierno.

En realidad, el plan es un compendio de algunas demandas que los empresarios hacen a la Administración pública y que ésta ya ha anunciado a través de los planes anticrisis, tanto en Gasteiz como en Madrid.

Los empresarios vascos ponen el acento en el apoyo para financiar la actividad de las empresas debido a los «graves problemas» con los que se encuentran en la actualidad para obtener fondos económicos para atender a la actividad y para poder realizar inversiones, según lamentó su presidente, Miguel Lazpiur. En este caso, los máximos responsables de Confebask recordaron que las entidades financieras han restringido la financiación «de forma preocupante».

No obstante, reconocieron que los presupuestos para 2009 contemplan actuaciones económicas importantes como 100 millones para dos de inversiones, otros 120 millones para agilizar las infraestructuras, otros 570 millones que la Hacienda perdona por gastos fiscales, la reducción del Impuesto de Sociedades al 28% y, en un porcentaje muy elevado en el ámbito de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, al 24% al ser pymes. O la derogación del Impuesto de Patrimonio, aunque Confebask se quejó ayer de que no se ha aplicado en el conjunto de las haciendas forales. También tendrán el doble de fondos en apoyo a la internacionalización y quieren que el IVA de las ventas en el extranjero se devuelva automáticamente por las haciendas forales. Es decir, el apoyo económico a los empresarios superará los 1.000 millones.

Confebask exige a la autoridad laboral que «agilice» los expedientes de regulación de empleo (ERE) «cuando tengan fundamento, haya o no acuerdo entre las partes», para impedir que el proceso se alargue «y evite que las medidas de las empresas tengan eficacia antes de que sea irreversible», como explicó José Zubia, secretario general de la patronal vasca.

También pide en ese plan que se permita a los empresarios flexibilizar las horas laborales, con el fin de que se puedan adoptar medidas directas que «en muchos casos pueden evitar los expedientes».

Según la patronal, la CAV debería de asumir las políticas activas de empleo «porque es un instrumento de recolocación para los trabajadores afectados por la crisis».