Osasuna ha tenido que pagar un carísimo peaje por la primera victoria de la presente temporada, ya que se confirmaron los peores augurios y el central Roversio fue operado ayer por la tarde con éxito de la grave lesión de rodilla que se produjo en un lance fortuito del partido de Copa ante el Getafe. El chasquido -audible en las imágenes de televisión- de su rodilla en una jugada sin nadie alrededor no presagiaba nada bueno y el parte médico de ayer confirmó que el jugador rojillo se enfrenta a una de las peores lesiones para un futbolista, ya que tiene «roto el ligamento cruzado anterior, parcialmente roto el ligamento lateral interno y el menisco externo».

El jugador fue intervenido ayer por la tarde en la Clínica San Miguel de forma satisfactoria y, si no hay complicaciones, recibirá el alta hospitalaria en dos o tres días.

Buscan un refuerzo

El infortunio de Roversio ya ha hecho ponerse en marcha a la secretaría técnica del club, que le busca un sustituto ya que la de central es una posición que, hoy por hoy, se encuentra muy debilitada. La ausencia del brasileño deja a la plantilla con únicamente tres centrales -sólo dos para mañana en Bilbo por la baja por un cuadro vírico de Josetxo Romero-, lo que probablemente llevará a Osasuna a contratar a un defensa.

Además, de los dos disponibles en la actualidad, Miguel Flaño y Krutxaga, este último jugó sus primeros minutos al sustituir al lesionado Roversio, arrastra unos problemas crónicos en la rodilla, aunque el doctor rojillo Cipriain aseguró que no es un obstáculo para que pueda jugar con normalidad.

De momento, José Antonio Camacho deberá echar mano del filial, por ejemplo de Jon Etxaide, central del Promesas, y que ayer fue convocado por primera vez para la selección española Sub-21. Para el entrenamiento de ayer, el técnico rojillo subió asimismo a Molo, otro de los centrales del filial.

Roversio, defensa de 24 años, era uno de los fichajes importantes de esta temporada tras recalar en Osasuna procedente del Paços de Ferreira portugués, con contrato hasta junio del 2012, y ha sido un fijo en el equipo titular tanto con José Ángel Ziganda como con José Antonio Camacho en el banquillo.

Precisamente su llegada y consolidación como central titular fue uno de los motivos para que el canterano Iñaki Astiz repitiera su experiencia polaca en el Legia de Jan Urban. Tras una gran temporada en el equipo de Varsobia, el zizurtarra regresó a Iruñea para intentar consolidarse en la primera plantilla, incluso renovó hasta 2011, pero la falta de una confianza de la que probablemente ahora sí gozaría, le llevó a rescindir el contrato con el equipo rojillo.