En el encuentro celebrado ayer en Barcelona participaron una veintena de representantes de naciones sin estado de todos los continentes, entre ellos Herriak Aske (red de movimientos palestinos, vascos y venezolanos), kurdos, amazighs, kosovares, tamiles y mapuches. El objetivo común era organizar el Espacio por los Derechos Colectivos de los Pueblos en el Foro Social Mundial (FSM). Es la primera vez que se organiza este punto de encuentro, que impulsa el CIEMEN (entidad cívica catalana de defensa de las minorías nacionales) con el apoyo económico de la Generalitat. El espacio se concretará en una gran carpa que se instalará en el recinto del Foro y que podrá albergar hasta mil personas al mismo tiempo.

El CIEMEN, anfitrión del encuentro, es la entidad vinculada a la defensa de los derechos colectivos más veterana en el Consejo Internacional del Foro. Entre los diez objetivos del FSM, figuran, por primera vez, los derechos nacionales bajo el lema «Por un mundo basado en el derecho de autodeterminación».

¿A qué responde que este año se haya logrado introducir esta reivindicación? Para Quim Arrufat, responsable del CIEMEN de este proyecto, hay distintos motivos: «El auge del movimiento indígena en Latinoamérica, el trabajo realizado por la entidad catalana desde hace ocho años en reuniones y comisiones creando complicidades y la incorporación de Askapena en el comité del FSM».

«Este espacio no se crea como un escaparate por el cual desfilen las naciones sin Estado», puntualiza, «sino que aparte de ser un espacio para que estas naciones puedan hablar al mundo, se organizan actividades conjuntas sobre cuestiones que nos afectan a todos por igual, y queremos debatirlas para encontrar propuestas válidas».