Clima de enemistad profunda e intrigas en el inicio del congreso del PS francés
GARA |
El congreso del Partido Socialista (PS) francés, que debe definir la estrategia de la formación y perfilar la elección de un nuevo líder, que la militancia escogerá el 20 de noviembre, comenzó ayer en Reims, en el noroeste del Estado francés, en un clima de enemistades profundas e intrigas que amenazaban con transformarlo en un fiasco.
El actual primer secretario del PS, François Hollande, lamentó que «los socialistas siempre se dejan llevar por el demonio de la ambición personal».
Los principales rivales de Ségolène Royal, cuya ponencia obtuvo sorpresivamente el respaldo de los militantes del partido el pasado 6 de noviembre, se reunieron horas antes del inicio del congreso para intentar una oposición fuerte.
Más allá de la designación del sucesor de Hollande, ex compañero de Royal que lidera el PS desde hace once años, está en juego la cuestión de las elecciones presidenciales de 2012, puesto que el primer secretario del partido podría ser el candidato natural en esa cita electoral.
Fuentes cercanas a Ségolène Royal, de 55 años, indicaron que la ex candidata presidencial, que manifestó su «deseo» de dirigir el PS, está previsto que anuncie hoy por la mañana su decisión de presentar o no su candidatura.
Pero el proyecto que defiende Royal, caracterizado por una apertura al centro recuperando, al mismo tiempo, cuestiones de la izquierda, sólo logró una relativa mayoría del 29%, lo que le obliga a buscar alianzas.
El alcalde de París, Bertrand Delanöe, de 58 años, consiguió un 25% de los votos de la militancia; la alcaldesa de Lille, Martine Aubry, de 58 años, un 24%, y Benoît Hamon, representante del ala izquierda del partido de 41 años, el 18%. Éste último es el único que ya ha anunciado su candidatura a liderar el PS.
«Es un congreso delicado, puesto que ninguna de las ponencias tiene la mayoría», aseguró Hollande.
Mientras que Martine Aubry rechazó el jueves la oferta de alianza presentada por Ségolène Royal, Benoît Hamon dijo estar «cerca de un acuerdo» con Aubry. Por su parte, Bertrand Delanöe, cuyos seguidores están muy divididos en relación a Royal, se mostró muy prudente en su respuesta a Royal, haciendo únicamente hincapié en las «diferencias» que los separan.
El alcalde de Lyon, Gérard Collomb, que apoya a la ex candidata, informó que «un frente `Todos salvo Royal' sería catastrófico para el PS y ante los ojos de los franceses sería un error que no nos perdonarían».
Las luchas internas en el congreso de Reims podrían deteriorar aún más la imagen de PS, que parece carecer de un proyecto alternativo creíble a la política del presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuya popularidad ha aumentado debido a su gestión de la crisis financiera mundial.
El congreso del PS, en el que se espera participen entre 4.000 y 5.000 personas, finalizará mañana. La parte fundamental se desarrollará entre bastidores, con un momento clave, la «noche de las resoluciones», de hoy a mañana.