China mantiene un enorme potencial de crecimiento económico y, a la vez, concentra las principales inversiones en el mun- do, lo que le hace ser un país atractivo, además de una potencia económica mundial.

En el ámbito de la tercera edición del «Euskadi Intergune», que ha reunido a los 51 representantes de SPRI en el mundo, se presentó el informe «Más de cien empresas vascas en China» de la mano de la responsable de la oficina en Shanghai, Miren Madinabeitia. Reconoció el potencial económico chino, puesto que en los último treinta años ha mantenido un crecimiento medio del 9,9% del PIB, según dijo, y en la actual situación de tensión mundial, China mantiene crecimientos inigualables desde las economías capitalistas, por encima del 9%.

El informe que se presentó en el marco del Intergune reconoce de forma clara que muchas de las empresas vascas que acudieron a ese país oriental fueron, en un primer momento, porque los costes laborales y productivos eran muy inferiores. Sin embargo, advierte de que «las claves de competitividad de una empresa, resida donde resida ésta, descansan fundamentalmente sobre bases estructurales, y no tanto sobre ventajas coyunturales que, por cierto, no solamente deben venir argumentadas por razones de abaratamiento de costes».

Las implantaciones vascas en China se concentran en tres áreas. Shanghai, con 35 -32% del total-, es la región que cuenta con una mayor representación de empresas vascas, seguido de Jiangsu, con 24 implantaciones, y 17 más en Beijing, es decir, un 22% y un 17%, respectivamente. Aunque el trabajo elaborado por SPRI y Orkestra, Instituto Vasco de Competitividad, no aporta los nombres de todas las compañías destaca oficinas de Inkoa Sistemas, BBVA, Atera Manufactures; Perfiles Especiales Selak; Fagor, en sus diferentes áreas productivas; Irizar; Wingroup-Dikar, Orbea, Orkli, Oiarso, Andia, Artetxe, Batz, Gamesa, Gestamp, Grupo Alfa, Human, Ikor, y Vicinay, entre otras.

Según el estudio, la industria de la construcción de maquinaria y equipo mecánico concentra el 44% de las implantaciones; la metalurgia y fabricación de productos metálicos mantienen el 19%; el material eléctrico y óptico, el 15%, fabricantes de material de transporte, el 17%, y las de manufacturas diversas, el 4%. En suelo chino hay nueve empresas dedicadas a servicios empresariales, tres a la intermediación financiera, dos al comercio al por mayor y otras dos dedicadas al transporte.

Costes y mercado

El trabajo incluye una encuesta entre el grupo de las empresas instaladas allí. Las principales razones por las que deciden implantarse en China son «el acceso a menores costes «para comprar o producir barato», y la posibilidad de la ampliación del mercado, es decir, «vender en China a sus propios clientes instalados en ese país, a nuevos clientes chinos aprovechando el volumen y potencial de crecimiento del mercado, y a los países vecinos del continente».

Destaca que el motivo principal de esa marcha a China varía con el tiempo. En la primera etapa «preponderaba el argumento de acceder a factores de producción más baratos», mientras que en la segunda, la más reciente, «existe un interés mayor por ampliar la cuota de mercado en China y aprovechar el crecimiento que está experimentando».

Desde la última década se están implantando empresas en China, aunque en estos 18 años de actividad productiva el mayor número de desplazamientos se concentra a a partir de 2005, casi dos tercios del total, una vez que algunos grupos de referencia abrieron la puerta. Es a inicios del siglo actual cuando este fenómeno cobra «más importancia» por el hecho de que existe una enorme competencia a nivel mundial. Aunque en la actualidad la economía se encuentra en clara recesión, los autores del informe convienen en que es necesario ampliar los horizontes para avanzar.