El mercado automovilístico europeo acusa los efectos de la crisis
GARA |
La crisis se está haciendo sentir en el sector del automóvil europeo, que ve caer sus ventas y multiplica sus llamadas de ayuda a las autoridades públicas. «Nunca conocimos una crisis tan grave», reconoció Dieter Zetsche, propietario del fabricante alemán Daimler. «No tiene sentido producir coches para dejarlos en el aparcamiento», subrayó.
La Asociación de fabricantes de automóviles europeos (ACEA) anunció una caída del 14,5% de las ventas, retrocesos que se suman a los registrados en los meses anteriores. En los diez primeros meses del año, se calcula una caída del 5,4%, con 12,85 millones de vehículos registrados. «Como consecuencia de la crisis, el número de matriculaciones de coches está retrocediendo desde hace seis meses y, de una manera más notable, desde el verano».
El sector acusa las dificultades para obtener créditos en plena crisis financiera y la carestía de los combustibles y la entrada oficial en una situación de recesión de la economía de la zona euro no va a contribuir a mejorar las cosas, constata la ACEA.
Menos matriculaciones
Christian Streiff, dueño del grupo francés PSA Peugeot Citroën y presidente de ACEA, previno en octubre que la reducción de las ventas, ya cerca de un 10% en el tercer trimestre, sería «mucho más importante en el cuarto trimestre».
La mayoría de los grandes fabricantes europeos decidió reducir su producción, con paros en la actividad de las fábricas y expedientes de desempleo técnico en torno a Navidades, pero ahora ha comenzado también a suprimir puestos de trabajo.
El sueco Volvo Autocares anunció 6.000 despidos en junio; su compatriota el grupo Volvo (camiones, motores), 3.750 desde finales de setiembre, 900 de los cuales se han materializado esta semana; Nissan ha anunciado esta semana 1.680 despidos en Catalunya.