«Una canción me tiene que enamorar, es un proceso largo el hacerla mía»
Cantante
El cantaor Diego el Cigala regresa esta tarde al Kursaal de Donostia con la continuación de su ya célebre disco «Lágrimas negras», bautizado como «Dos lágrimas», y que contiene canciones de toda la vida como `María de la O', `Dos gardenias' o `Compromiso', en versiones muy personales que fusionan el flamenco, el jazz y la música cubana.
Mikel CHAMIZO | MADRID
Aunque el mito urbano sostiene que lo hizo Camarón, al Cigala lo bautizaron como tal los hermanos Losada, porque «decían que era inquieto y escurridizo como una cigala». Tras una carrera llena de altibajos, alcanzó el éxito internacional con el trabajo «Lágrimas negras», un proyecto que ha visto su continuación en el reciente «Dos lágrimas», cuya gira le trae hoy hasta el Kursaal donostiarra.
«Lágrimas negras» fue un disco magnífico, pero hay muchos buenos discos que jamás han alcanzado el éxito desbordante de aquél. ¿Cuál cree que fue la razón de este fenómeno inusitado para el mundo del flamenco?
Supongo que en gran parte fue el azar. Yo creo mucho en el azar y con «Lágrimas Negras» la suerte fue generosa conmigo. Pero también es verdad que «Lágrimas Negras» presentaba un tipo de música que no tenía precedentes. Antes de que Bebo y yo nos pusiéramos a ello, nadie se había parado a tender puentes entre el flamenco, el jazz y la música cubana, así que imagino que lo novedoso de la cosa también jugó un papel importante en el éxito de «Lágrimas Negras». Va ya por el millón trescientas mil copias vendidas... La verdad es que sí, es una barbaridad.
Tras lograr algo tan exitoso, ¿no le entró vértigo cuando se decidió a hacer esta segunda parte?
No, todo lo contrario. Lo que quería era, precisamente, seguir profundizando en esa vereda que ya estaba abierta y que arrojó tan buenos resultados con «Lágrimas Negras». Me di cuenta de que esa fusión flamenco-afro-cubana, por llamarla de alguna manera, funcionaba, y que todavía quedaban muchas cosas por explorar ahí dentro. Así que «Dos lágrimas» fue un proyecto evidente para mí desde el primer instante.
¿Por qué ha tardado, entonces, casi cinco años en terminar el trabajo?
Han sido cuatro años y medio, pero hubieran sido ocho o diez si hiciera falta, porque yo lo que quería, ante todo, era hacerlo bien. No elijo las canciones así, porque sí, la primera que se presenta. A mí una canción me tiene que llegar, me tiene que enamorar, y para mí es un proceso largo el hacerla mía, el probarla y cambiarla y acercarme a ella de muchas maneras diferentes hasta que estoy completamente convencido de que es así como quiero que sea, la «versión cigala». A veces todo esto ocurre de una manera fácil y natural, pero otras veces es un proceso largo y tortuoso que me puede llevar muchos meses.
¿Cuál fue el tema de «Dos lágrimas» que más le costó hacer suyo?
`María de la O', sin duda. Es un tema tan conocido, y lo han cantado tantos grandes en versiones tan buenas, que me abrumaba enfrentarme a él. No sé cuantas veces habré ido al estudio con la intención de grabar esta canción, he empezado a entonar la primera frase y me he levantado para irme, porque no sabía por donde cogerla. Mis músicos estaban convencidos de que al final no íbamos a poder grabarla. Pero un día hicimos unos pocos cambios, en la tonalidad y en la letra, que ahora es en tercera persona, y de repente todo empezó a fluir. Con todo lo que me costó, ahora es seguramente el tema del que más orgulloso me siento.
Usted parece un hombre alegre y afable, pero sus discos, ya desde el título, están llenos de lágrimas. ¿Tantas lágrimas ha derramado a lo largo de toda su vida?
Sí, mi vida no ha sido fácil, y he tenido que llorar muchas veces hasta llegar a donde estoy ahora. Hoy soy un hombre feliz, tengo dos hijos que son mis tesoros y por ellos tiraría hasta donde hiciera falta. Y, por supuesto, está mi mujer, Amparo. Pero aún estoy seguro de que no nos faltan razones para derramar lágrimas, aunque sólo sea por cómo va el mundo. Cuando hace un mes vi en las noticias el desastre del terremoto en China no pude evitar que se me pusiera un nudo en la garganta.
En cualquier caso, tengo la sensación de que para cantar bien, para expresar, tienes que haber sufrido, porque el sufrimiento te hace conocer tu alma y sólo desde el alma se puede cantar con propiedad. De la misma manera que todos esos años que pasé cantando con compañías de flamenco forjaron mis tablas y mi técnica, todas esas pruebas a las que me ha sometido la vida me han dado el temple y la sabiduría necesarias para poder contar las historias que cuentan estas canciones, historias de dolor, de ausencia, desamor e, incluso, odio.
«Es un tema tan conocido, y lo han cantado tantos grandes en versiones tan buenas, que me abrumaba enfrentarme a él»
«Para expresar, tienes que haber sufrido, porque el sufrimiento te hace conocer tu alma y sólo desde el alma se puede cantar con propiedad»