Una manifestación reivindica en Gasteiz el orgullo de sentirse alavés
En torno a un millar de personas salieron ayer a la calle en la capital alavesa para arropar con orgullo el lema «Ni banaiz Arabakoa!», elegido por un grupo de alaveses de la izquierda abertzale que quisieron reivindicar las señas de identidad de este territorio. Una manifestación que reclamó una Araba euskaldun, de izquierdas y solidaria, así como la reintegración de Trebiñu. Tampoco olvidaron sus críticas al gobierno foral liderado por el PNV.
Joseba VIVANCO |
«Gora Araba!». Con ese grito acabó la manifestación que ayer tarde recorrió las calles céntricas de la capital alavesa. Bajo un impertinente sirimiri, varios cientos de personas respondieron al llamamiento hecho semanas atrás por un grupo de personas de la izquierda abertzale, y caminaron tras una pancarta que resumía el fin último de esta iniciativa: «Ni banaiz Arabakoa!».
Encabezada por sendos vehículos que portaban dos enormes zanpatzar, poco después de la siete de la tarde partió de la plaza Bilbao esta movilización que quería recuperar, según los convocantes, aquella defensa que hacía en 1564 Joan Pérez de Lazarraga cuando gritaba orgulloso «Ni banax Arabacoa!».
Tras una enorme ikurriña, la pancarta con el lema de la marcha daba paso a ocho carteles con los escudos de cada una de las cuadrillas alavesas, incluida Trebiñu, una de las protagonistas del posterior acto final en la Plaza de la Provincia.
El recorrido por el centro de la ciudad se hizo la mayor parte en silencio, sólo roto por gritos como «Independentzia eta sozialismoa» y otro que se repitió en varias ocasiones y dirigido al diputado general: «Agirre entzun, Araba euskaldun».
Los manifestantes fueron recibidos frente al Palacio de la Diputación con el «Nun hago, zer larretan», de Xabier Lete. Sobre una pantalla, un vídeo repasó imágenes identificativas de Araba, para dar paso a dos jóvenes bertsolaris que recordaron algunas de esas señas de identidad que, como denunciaron los convocantes, «están sufriendo un claro retroceso».
Después, un emotivo vídeo sobre el 3 de Marzo, donde se mezclaban imágenes de aquellas Fuerzas de Seguridad con imágenes de la carga de la Ertzaintza hace dos años. Precisamente, una de las víctimas de esta última actuación policial, Josu Ormaetxea, se encargó de recordar que «30 años después siguen los mismos métodos y las mismas mentiras».
La presencia de los carteles de las ocho cuadrillas y el aurresku de honor sirvió para que arreciaran los gritos de «Trebiño, Araba da». El final, el «Eusko Gudariak» al son de un violín.
Amparo Lasheras e Iñaki Ullibarri fueron los encargados de dar lectura a los argumentos que hacen necesario ese «Ni banaiz Arabakoa!» que ha culminado en esta primera movilización. «Araba hoy es lo que es y no lo que les gustaría a algunos que fuera», dijeron. Recordaron a todos aquellos que han permitido que este territorio pueda mantener sus señas de identidad y que siga siendo «un pueblo en lucha». E insistieron en que «a pesar de que las instituciones quieran construir una Araba diferente, queremos reivindicar con orgullo lo que fuimos, somos y seremos. Es necesario construir la Araba de hoy y la del mañana». Y en esa línea, reivindicaron un herrialde «abertzale, euskaldun, solidario y de izquierdas».
Ambos dirigieron sus críticas hacia la institución foral achacando al principal partido gobernante, el PNV, «no sentir el euskara como propio, a pesar de decirse abertzale», o acusarle de llevar a cabo una política privatizadora en materia de bienestar social en lugar de «una política social pública». No obstante, donde fueron más críticos fue a la hora de denunciar la actitud del gobierno de la Diputación en relación con Trebiñu. «¿Cuál es el compromiso de la Diputación con Trebiño?», preguntaron. «Lo estamos viendo aquí, la política del mástil vacío», respondieron. Cuestionaron directamente al diputado general, Xabier Agirre, si «está dispuesto a adoptar compromisos o seguiremos con los mapas de Araba vacíos».
Los convocantes insistieron en que «hay muchas razones para salir a la calle y reivindicar con orgullo `Ni banaiz Arabakoa'». .
