La espiral represiva que sufre Euskal Herria se ha recrudecido especialmente durante los últimos meses en el barrio Donibane de Iruñea, donde en el trancurso de ocho semanas han sido detenidos siete vecinos, cinco de los cuales han denunciado haber sufrido torturas y malos tratos por parte de las FSE durante el periodo de incomunicación. En total, actualmente catorce vecinas y vecinos del barrio permanecen como presos políticos en cárceles francesas y españolas.

Y todo ello sin contar el arresto del convecino Mikel Olza en la localidad francesa de Taracon Sur este miércoles, quien sigue en manos de la Policía francesa a la espera de pasar a disposición judicial. En caso de que fuera enviado a prisión, el número de vecinos encarcelados ascendería a quince.

Ante estos acontencimientos, los vecinos de este barrio iruindarra llevaron a cabo ayer una manifiestación de protesta que recorrió sus calles y en la que tomaron parte cerca de 2.000 personas. La marcha partió pasadas las seis de la tarde desde los Cines Golem bajo el lema «La represión no es la solución. Utzi pakean Donibane». Estuvo rodeada en todo por momento por una amplia presencia policial; tanto agentes de la Policía española, de la Foral como de la Municipal vigilaron de cerca los movimientos de los manifestantes, que entonaron consignas y lemas exigiendo la liberación de los encarcelados y en contra de la represión.

Tras recorrer la Avenida Baiona, la manifestación giró hacia la calle Monasterio de Irache, y prosiguió hasta la Plaza de la Asunción, donde se dio por concluida la marcha. Allí, los vecinos de Donibane tomaron la palabra para mostrar su malestar por los últimos arrestos y recordaron que «la represión no solucionará el conflicto que vive Euskal Herria, sino que por el contrario seguirá creando más sufrimiento».

«Por desgracia, nos estamos acostumbrando a los ataques represivos, pero hay que tener muy en cuenta que ello no ayudará a acabar con el conflicto», criticaron los convocantes, que afirmaron que para dar pasos en la dirección correcta «es necesario abrir un proceso democrático donde se le dé la palabra al pueblo, y finalicen de una vez los ataques contra los ciudadanos vascos».

Asimismo, los ciudadanos de Donibane se solidarizaron con los tres jóvenes de Arrosadia detenidos el pasado lunes y que fueron enviados a prisión anteayer. Por otro lado, en Amezketa, de donde es natural Irati Mujika, 400 personas se manifestaron para exigir su inmediata puesta en libertad.