Mala racha
Acabó la racha que no debía
El Eibar perdió su primer partido de la temporada como local, lo que a la conclusión de la jornada puede dejarle en zona de descenso. Los azulgranas se adelantaron en el primer tiempo, pero no supieron frenar la reacción canaria tras el descanso.
EIBAR 1
LAS PALMAS 2
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
El Eibar tenía dos posibilidades a la hora de acabar con sus rachas y optó por la mala. No sólo no consiguió la victoria que perseguía desde hacía un mes, sino que sumó su primera derrota de la temporada como local.
Un tropiezo doloroso y con consecuencias. Sentó mal porque todas las derrotas lo hacen, pero también porque el Eibar se quedó sin puntos tras haber hecho lo más difícil, adelantarse en el marcador. Y porque, como remate, el que se llevó el triunfo fue un rival directo que, hasta ayer, no había conseguido una sola victoria a domicilio.
Las consecuencias pueden llegar hoy. Si el Murcia gana su partido, el equipo armero acabará esta 12ª jornada en puestos de descenso. Y por mucho que esa sea la zona en la que, salvo sorpresa, le toca moverse temporada tras temporada, es innegable que no se trabaja con la misma alegría cuando el infierno se ve tan de cerca. Sobre todo cuando, en una semana, el Eibar visitará uno de los campos teóricamente más complicados de la categoría, La Romareda.
Lo más llamativo del caso es que el choque de Ipurua sólo fue un fiasco en la segunda parte porque, hasta el descanso, el cuadro armero no sólo mantuvo la línea positiva de las jornadas precedentes, sino que además consiguió lo que no había logrado en los dos partidos anteriores, marcar.
Tras un testarazo al palo de Yagüe, al que sigue persiguiendo el infortunio, nada más arrancar el encuentro, fue Paco Sutil, también de cabeza, el que adelantó a los suyos tras una bonita acción de Codina por banda derecha. El Las Palmas, con muchos problemas para contener el ataque local, sólo asustó en forma de gol anulado por fuera de juego.
El mismo argumento que esgrimió el colegiado minutos después para anular uno de Yagüe, aunque en esta ocasión, lamentablemente, se equivocó.
Y vaya si tuvieron los eibarreses ocasión de lamentarlo porque, tras el descanso, el partido cambió como del día a la noche. Juan Manuel Rodríguez no quiso esperar y el segundo tiempo arrancó con Sergio Suárez y Pablo Sánchez sobre el verde. Acertó de pleno. Sobre todo con el segundo, protagonista de los dos goles canarios.
Tardaron en llegar, pero no en temerse porque en cuanto el balón se puso en juego pudo comprobarse que aquello había cambiado. Ante un rival incapaz de retener la pelota e infinitamente menos mordaz que en el primer período, el Las Palmas dejó de sufrir. Y lo que es peor, empezó a buscar a Zigor con ganas y con argumentos.
Sobre todo por una banda derecha en la que Raúl García no dio abasto. Del otro lado, con una falta, llegó el empate, al cabezazo de Pablo Sánchez. Y ya por su ala, el canario remató el partido con un jugadón que Saúl, transformó en el 1-2.
De ahí al final, impotencia azulgrana y justa expulsión de Álvaro Martínez por un codazo.
La zona de prensa de Ipurua parecía un velatorio, aunque Carlos Pouso y sus hombres no se escondieron.
«En la primera parte hemos estado mejor nosotros y en la segunda ellos, que además han aprovechado sus ocasiones. Pero hay que reconocer los errores, me he confundido, me autoinculpo -reconoció el técnico armero-. Tenía que haber jugado atrás. Cuando teníamos el cambio previsto (Markel se disponía a saltar al campo cuando Las Palmas hizo el empate) ha llegado el gol y luego nos han castigado por un exceso de valentía». «Me la he jugado al negro y ha salido el rojo -insistió-. Buscando el 2-0 no me he dado cuenta de que podía llegar el empate».
Pouso también admitió que, tras la derrota, el vestuario «no está para tirar cohetes, pero tampoco está destrozado». Quizá porque «tenemos asumido cuál es nuestro papel en la Liga». El técnico, de todos modos, recordó que «las tendencias cambian», aunque para eso «tenemos que saber jugar con presión».