El serbio Novak Djokovic y el ruso Nikolay Davydenko disputarán hoy en Shanghai la final de la Copa Masters, una final inédita a la que llegaron tras vencer ayer en sus respectivas semifinales al francés Gilles Simon y al escocés Andy Murray.

Djokovic derrotó a Simon por 4-6, 6-3 y 7-5 y Davydenko se impuso a Murray de forma más cómoda por 7-5 y 6-2. El serbio, máximo favorito tras la eliminación del suizo Roger Federer, se encontró ayer con un rival muy molesto que no exhibió la condición de suplente con la que acudió al torneo.

Simon rompió el servicio de Djokovic en el tercer juego del primer set y con esto le bastó para adjudicarse ese parcial. El serbio le devolvió la jugada en la segunda manga con una rotura para el 3-1 que sería definitiva.

Djokovic puso todo el suspense en el set definitivo, en el que, tras romper de nuevo y llegar al 5-4 y saque, cedió un punto de rotura y lo perdió con una doble falta. En ese momento fue Simon el que flaqueó, perdió su servicio sin oposición y tuvo que rendirse en el siguiente juego ante Djokovic, que sentenció con 7-5.

El serbio se quita así la espina de lo ocurrido el año pasado, cuando perdió sus tres partidos de la fase previa. Para Davydenko el camino hacia la final resultó más despejado de lo previsto, después de que Murray sólo le plantase cara en el primer set.

Tras derrotar el viernes a Roger Federer y dejarle con ello fuera del torneo, el escocés sufrió ayer un bajón físico y mental que le impidió jugar de tú a tú al ruso. Cedió dos puntos de rotura en el segundo parcial y perdió los dos ante un Davydenko brillante con el resto.

«El que esté más preparado físicamente y el que no esté muy nervioso creo que será quien gane el torneo. No tenemos un partido a cinco sets, es a tres sets. No creo que sea muy difícil o muy duro, ya que tenemos tiempo suficiente para recuperarnos», calculó el ruso.