Andoni Txasko, José Luís Mtz. Ocio y Eva Barroso Asociación 3 de Marzo
Norma Foral 3 de marzo: paso adelante, pero insuficiente
Son los gobiernos los que con leyes valientes deben marcar las actuaciones a seguir para, sin ambigüedades, esclarecer todos los hechos oscuros del pasado y cerrar las heridas que aún se mantienen abiertas
Tras cinco años de incumplimiento por parte del Gobierno de la Diputación de Araba del mandato de sus JJGG, por fin se ha aprobado la Norma Foral que regula el resarcimiento económico a los afectados del 3 de marzo de 1976 en las mismas cuantías que lo hace la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo. Esta Norma aprobada es un paso positivo, pero insuficiente y a falta de completar con el expreso reconocimiento, la verdad y la justicia que merecen los trabajadores asesinados y las personas heridas y represaliadas por la actuación de la Policía Armada española.
Ya desde un primer momento la Asociación transmitió y dejó claro que dicha Norma Foral debía recoger dos aspectos que considerábamos fundamentales: 1. Reflejar el expreso reconocimiento y la consideración de todos los afectados de aquella masacre, y 2. Dar el mismo trato y acogimiento a dichos afectados que el que se daba a las víctimas del terrorismo en la Ley de Solidaridad 32/1999.
Publicado y examinado el borrador de la Norma, consideramos que no quedaba expresado de forma clara el reconocimiento que desde la mayor institución de Araba merecen todos los afectados. Tampoco se amparaba en la Norma a los que sufrieron cárcel y/o represalias a nivel social o laboral. Remitimos a todos los grupos de las JJGG unas reflexiones para su consideración e inclusión en la Norma en el sentido expresado y otros matices para su discusión: Estimábamos oportuno calificar las muertes de asesinatos, corregir errores de cifras, sustituir la palabra «compensación» por «resarcimiento» o resaltar la magnitud e impunidad de la actuación policial. Las enmiendas fueron expuestas en Comisión sin resultado positivo, por lo que se mantuvieron para su debate en el pleno. Nos resulta incomprensible que gran parte de los calificativos que habíamos aconsejado incluir fueran utilizados con normalidad en las intervenciones de algunos portavoces, pero, en cambio, no se tenían en cuenta en la redacción final de la Norma Foral. Expresiones como «asesinato de obreros», «deuda de reconocimiento para con las víctimas de aquella matanza», «mismo trato para todas las víctimas»... fueron algunas de las que se utilizaron y luego serían rechazadas para el texto final. Tampoco se aceptó una enmienda en la que se solicitaba el amparo y tratamiento que recoge la Ley de Solidaridad, atendiendo a esta Ley solamente como referencia de las cantidades a indemnizar.
El resarcimiento económico es un derecho que nos asiste y al que no renunciamos, pero es, con todo, el menos importante para nosotros. Seguimos apreciando en muchos estamentos gran reticencia y discriminación a la hora de tratar a todas las víctimas por igual: La Ley de Solidaridad no nos acoge porque da credibilidad a los informes policiales mentirosos de 1976. La Ley de Memoria lo hace de manera parcial y sesgada. La actitud del Gobierno vasco es aún más ingrata y cínica, pues a pesar de tener el reconocimiento como víctimas del terrorismo por parte del Parlamento vasco, no nos equipara en sus leyes de solidaridad y reconocimiento con dichas víctimas.
No valen excusas como la argumentada por el PSOE, que dice que con la Ley de Amnistía se impide la revisión o enjuiciamiento de hechos anteriores. Es el propio Auditor Presidente del Tribunal Militar Territorial 4º de A Coruña el que, en referencia a los sumarios de los sucesos de Gasteiz, nos impide su acceso alegando que «las personas que figuran el él no fueron juzgadas y consecuentemente no pudieron beneficiarse, en su caso, de la amnistía que posteriormente se acordó, por lo que en el momento actual, encontrándose vivas, pudieran ser sometidas a un enjuiciamiento social de sus conductas». Esta resolución corrobora nuestra idea de que para amnistiar, primero hay que enjuiciar, por lo que continuaremos en nuestro empeño de sentar algún día a los responsables de aquella matanza en el banquillo de los acusados.
Son los gobiernos los que con leyes valientes deben marcar las actuaciones a seguir para, sin ambigüedades, esclarecer todos los hechos oscuros del pasado y cerrar las heridas que aún se mantienen abiertas. La verdad, la justicia y el reconocimiento son los antibióticos para desinfectar y cerrar esas heridas. Estos son los objetivos irrenunciables para esta Asociación, y por muchas trabas, palos o enjuiciamientos a los que seamos sometidos, no nos van a retraer del empeño. Aprovechamos la oportunidad para agradecer los apoyos mostrados hacia la Asociación y a las personas que próximamente serán enjuiciadas. Animamos a la ciudadanía y colectivos a sumarse al manifiesto de apoyo elaborado y que se encuentra disponible en la web www.3demarzo.org.