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Fracaso del Congreso de Reims

El PS certifica su división al no lograr acordar su línea política y nuevo líder

El Partido Socialista (PS) francés finalizó ayer en Reims su 75 Congreso, del que sale más dividido y debilitado e inmerso en una crisis profunda, al haberse mostrado incapaz de renovar el partido y de presentar una alternativa creíble al derechista Nicolas Sarkozy. Los jefes de filas de las cuatro corrientes mayoritarias fueron incapaces de lograr un acuerdo sobre la línea política y el nuevo líder. Los rivales de Ségolène Royal tampoco consiguieron hacer una apuesta común.

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GARA | REIMS

Tres días de trabajo en Reims caracterizados por los corrillos entre bastidores y las confrontaciones sobre el papel que debe jugar la ex candidata presidencial Ségolène Royal no permitieron al Partido Socialista (PS) llegar a un acuerdo sobre su orientación y la elección del nuevo primer secretario de la formación, cargo que dejará vacante François Hollande después de once años. Así, el 75 Congreso que concluyó ayer en Reims ha cerfiticado la profunda división del partido y las notales divergencias ideológicas que conviven en su seno.

Durante el fin de semana, los delegados del PS debatieron las distintas líneas políticas que se barajan, presentadas como proyectos para superar finalmente la tercera derrota consecutiva en una presidenciales, la protagonizada por Royal hace 18 meses frente a Nicolas Sarkozy.

Precisamente Royal era una de las aspirantes a dirigir el PS con un planteamiento de unidad, pero quienes le responsabilizan de la derrota ante Sarkozy imposibilitaron su triunfo. «La mano que hemos tendido a los otros líderes (...) no ha sido aceptada», afirmó una de los tres candidatos a dirigir el partido tras el fracaso de las maratonianas negociaciones con sus rivales.

«Hago un llamamiento a todos los militantes, que van a asumir sus responsabilidades para saber qué partido quieren: El de los métodos de otro tiempo o un PS orientado al futuro con una nueva generación y nuevos métodos», señaló en una reiteración del mensaje de que se enfrenta al aparato del PS.

El fracaso del Congreso quedó en evidencia con el hecho de que Hollande renunciara a su discurso de clausura, que para él debía ser también de despedida después de once años.

«Me siento avergonzado del PS», reconoció un frustrado Hollande. «Nadie ha ganado, pero se ha perdido mucho en la búsqueda de una mayoría. No es fácil unir al partido», admitió tras constatar la falta de acuerdo.

El primer paso de la renovación del PS pasaba por la votación, el pasado día 6, de las distintas mociones sobre políticas genéricas. En esa fase, el planteamiento de Royal obtuvo cerca del 30% del apoyo, mientras que el alcalde de París, Bertrand Delanöe consiguió algo más del 25% y Martine Aubry, ex ministra de Economía y Finanzas y alcaldesa de Lille, cerca del 25%. Algo más alejado quedó Benoît Hamon, representante del ala izquierda de la formación, que consiguió el 19% de los votos.

Los cuatro debían pactar un documento de compromiso y acordar un líder de consenso en Reims, en la que era la segunda fase del proceso, pero las disputas personales y la alianza con los centristas que defiende Royal de cara a las presidenciales de 2012 parecen hacer sido un obstáculo insalvable.

Delanöe, Aubry y Hamon sólo comparten su oposición a Royal, pero no han logrado acordar una candidatura común más fuerte que plante cara a la ex candidata presidencial.

La tercera fase prevé una votación, el jueves, en la que será la militancia la que elija entre Royal, Aubry y Hamon al líder el PS, ya que Delanöe anunció que renuncia a dirigirlo para «no añadir división a la división».

El alcalde de París, que trató de constituir un frente común con Aubry y Hamon, optó por no dar consigna de voto a sus seguidores alegando no querer echar más leña al fuego de lo que calificó de «guerra de jefes», tras declararse «triste y decepcionado».

Aubry, que formalizó su candidatura, sumándose así a Royal y Hamon, reprochó a Delanöe esa ausencia de consigna de voto, porque así asume la «responsabilidad de dejar el partido a Ségolène Royal, con quien se comporta como aliado objetivo». Mirando más allá del jueves, se comprometió a que el PS «esté unido después del voto de los militantes. Es decir, que sea capaz de respetar a la mayoría, de respetar a la minoría».

Dio a entender de que existía un documento de consenso entre sus propuestas y las de Hamon y consideró que entre ambas candidaturas hay un notable acuerdo sobre el modelo de partido y el proyecto que se quiere proponer a los franceses.

No obstante, Hamon dejó claro que no renuncia a su candidatura. «No soy candidato frente a una persona. Soy el candidato de un proyecto, de una estrategia y de una concepción de la política», aseguró el eurodiputado.

Royal manifestó que «hubiera sido mejor» salir del Congreso «unidos» y lanzó dardos contra Aubry y Hamon al recordarles que «los militantes ya han votado una vez», y ella quedó en cabeza con el 29% de los votos.

jueves

Ante la falta de acuerdo, la militancia del PS votará el jueves entre los tres candidatos a dirigir el partido. Si ninguno obtiene la mayoría, se volverá a votar al día siguiente entre los dos primeros.

retirada

«Me hubiera gustado que los otros miembros de las otras mociones hubieran hecho como HIllary Clinton con Barack Obama» y se hubieran retirado de la carrera, señaló Royal.

80%

Martine Aubry se mostró convencida de que en su proyecto, unido a los de Hamon y Delanöe, podría verse reflejado hasta un 80% de la militancia del partido.

Tres candidatos a dirigir el partido

Martine AYBRY

Alcaldesa de Lille

«Aparte de matices que nos impeden unirnos debemos tomar juntos la calle en apoyo a la protesta social»

Lidera una corriente heterogénea integrada por partidarios de Laurent Fabius y Dominique Strauss-Kahn, anti- guos rivales. Cerca del 25% de la militancia le dio su respaldo y, ahora, la retirada de Bernard Delanöe le ha convertido en la candidata natural para aglutinar a todos los adversarios de Royal. Ex ministra de Economía y Finanzas con Lionel Jospin, Aubry rechaza una alianza con el centro, pero tiene una desventaja, ya que para ser elegida alcaldesa en marzo pactó con el centro, opción que rechaza a nivel estatal.

Ségolène ROYAL

Presidenta de Poitou-Charentes

«La mano que hemos tendido a los otros líderes del partido (...) no ha sido aceptada»

La ex candidata presidencial parte como favorita para ser elegida líder del PS por la militancia, que ya le colocaron en cabeza cuando respaldaron su moción con más de un 29%, aunque lejos del 63% que logró en las primarias del partido en 2006. Se presenta como la encarnación de la renovación y el cambio, pero provoca muchas antipatías en el seno de su formación, sobre toto entre sus dirigentes. Sus próximos pronostican un triunfo holgado en la primera vuelta, el próximo jueves, al augurarle el 80% de los votos.

Benoît HAMON

Eurodiputado

«No soy el candidato frente a una persona, sino de un proyecto, una estrategia y una concepción política»

Es el más joven de los aspirantes a dirigir el PS. A sus 41 años representa al ala más a la izquierda del partido. Obtuvo el respaldo del 19% de los militantes el pasado día 6. Licenciado en Historia y eurodiputado, se metió en política a los 20 años y fue el primer en postularse como candidato a primer secretario. Rechaza posibles alianzas con el centro e insiste en que el PS debe afianzarse en la izquierda para mantener su identidad. Rodeado de seguidores de su generación se ha convertido en un nuevo valor en el partido.

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