Esta vez no hubo tapón ilegal ni triunfo de pretemporada. El conjunto blanco sigue siendo un rival inaccesible para los hombres de negro de Txus Vidorreta, que volvieron a caer con toda justicia ante un Real Madrid que se permitió el lujo de aflojar la marcha en el último período.

De la mano de Sergio Llull, Jeremiah Massey y los sempiternos Reyes y Bullock, los de Joan Plaza, después de tantearse con su rival en los diez primeros minutos, abrieron brecha en dos cuartos contundentes, ante un Bilbao Basket que no lograba parar el chaparrón que se cernía sobre su canasta. Sólo la garra de los habituales Banic y Salgado, amén de la muñeca de Savovic, oponían resistencia. Con 66-47 al final del tercer cuarto, todo estaba decidido.

El último cuarto quedó a beneficio de inventario. Los vizcainos aprovecharon el lance para maquillar los números y «disfrutar» de una derrota más honrosa.