TITÍN III 15

MARTÍNEZ DE IRUJO 22

Titín y Martínez de Irujo son dos pelotaris eléctricos, con tendencia natural a buscar el remate lo antes posible, y que prefieren forzar la jugada antes de que el tanto se alargue demasiado. Y cuando los dos se enfrentan en un espacio reducido como es el Cuatro y Medio, el peligro de que el motor se pase de revoluciones es muy alto. La ecuación es simple: la prisa al cuadrado, igual a precipitación.

En ese contexto, normalmente suele ser Titín el pescador que mejor suele aprovechar el río revuelto. Pero ayer fue Irujo el que más atinado estuvo a la hora de rematar. El de Ibero movió mucho mejor a su rival y, sobre todo, estuvo mucho más acertado a la hora de rematar. El navarro consiguió quince tantos en juego, siete de aire, por los cinco de su rival. Teniendo en cuenta que ambos perdieron el mismo número de pelotas, seis, el resultado es obvio.

«No hay ningún partido fácil. Augusto le mete ritmo al partido, te mete en el agujero, y es difícil salir de ahí. Pero he jugado bien. Le he dado velocidad a la pelota, he cruzado bien y he encontrado hueco. He venido con muchas ganas de jugar y por eso me he precipitado en algún tanto. Lo de restar de aire al primer saque estaba pensado de antes, lo he hablado con mi padre y le ha parecido bien. Es una forma de poner nervioso al rival», declaró Juan Martínez de Irujo al final del encuentro.

Así las cosas, Irujo se jugará el pase a la gran final en el partido contra Aimar Olaizola. Si gana estará prácticamente clasificado; incluso perdiendo, podria tener alguna opción si Titín lograra imponerse a Barriola: «Ganando estaría casi seguro en la final. Dependo de mí, que es lo importante. Tengo que ganar como sea. Aimar no tiene la derecha al cien por cien, pero para el Cuatro y Medio no tiene ningún problema».

Ha pasado un año

Pero sin quitar ningún mérito a Irujo, hay que reconocer que Titín le dio demasiadas facilidades. El de Tricio volvió a demostrar que el campeonato no le ha cogido en su mejor momento, ni mucho menos. Jugando casi siempre a contrapié, el riojano no fue el defensor infranqueble de otras tardes y en ataque tampoco estuvo acertado a la hora de mover a su contrincante. En teoría, el vigente campeón de la distancia llegaba al acotado más fresco que el año pasado, con algún partido menos en sus espaldas, pero los resultados han sido muy diferentes.

«Más que un tema físico, creo que es el momento de juego. El año pasado llegué con mucho ritmo, era yo el que movía a mis oponentes, y todo me salió rodado. Este año los contrarios han sido mejores que yo, y no me han salido las cosas como me hubiera gustado. También influye el juego de tus rivales. El año pasado Irujo no estaba bien físicamente, Olaizola tampoco... Todo influye», reconocía el delantero riojano.

De todos modos, no hay que enterrar a Titín antes de tiempo, ya que todavía mantiene alguna remota opción de clasificarse dependiendo de los resultados que se den en la última jornada de la liguilla de semifinales. Es más, la victoria de Irujo incluso evita que Aimar Olaizola esté matemáticamente clasificado para la final. La última jornada se presenta, por lo tanto, realmente emocionante. Más no se puede pedir.