GARA > Idatzia > > Kultura

Gamboa deja al descubierto la aventura real de «Guinea»

Escritor y aventurero, la segunda novela de aventuras de Fernando Gamboa nos presenta a una Guinea demasiado real, regida con mano férrea por el dictador Obiang. Antaño provincia del Estado español, el pequeño país tiene la segunda mayor reserva petrolífera de África.

p050_f01_97x108.jpg

Anartz BILBAO | BILBO

«Guinea» es la segunda novela de aventuras de Fernando Gamboa, y es también un libro que pretende dar a conocer -y denunciar- la situación de un país africano que fue provincia del Estado español hasta hace tan solo cuarenta años.

Es el autor quien desvela el origen y la pretensión de la novela, que define así: «Es una novela de aventuras que pretende emocionar, que el que la lea disfrute del libro. Pero, en lugar de inventarme una historia, he entrelazado hechos reales y circunstancias reales de Guinea, porque la realidad supera la ficción y las cosas que parecen más increíbles son las reales». Gamboa trata así de reflejar el país africano, por medio de un relato en el que la protagonista es una chica gasteiztarra, porque «si realizas una novela sobre África con un protagonista africano, queramos o no, siempre se nos queda lejos». Sin embargo, con un occidental te sientes más identificado, y «se ve muy diferente Guinea de como la ve un guineano, que tiene una perspectiva de supervivencia». Se trata, por lo tanto, de dos realidades francamente diferentes. «Cualquier occidental que llegue a África, encuentra no otro país, sino otro planeta. Está en un lugar que no entiende nada, y en el que se da cuenta de que todas sus convicciones son una ficción que no se pueden aplicar a todo el mundo y que, de hecho, allí no se aplican». Es el choque de la desesperación, «porque la frustración de cualquier europeo que vaya a África y vea lo que está pasando es que poca cosa puede hacer».

Ante esta dura realidad, Gamboa se adentra en La República de Guinea Ecuatorial, país africano que, tras ser provincia, se independizó del Estado español el 12 de octubre de 1968. En la novela, «he procurado que tanto la crítica al Gobierno de Guinea como la crítica hacia la actitud de los occidentales no sea una crítica pesada, pero que, cuando acabe el libro, quede un poso de conocimiento sobre Guinea, porque lo peor de los paises que viven en estas circunstancias es que no se hable de ellos», aclara el autor, para determinar que «sus dictadores de pacotilla viven amparados en el silencio y en la complacencia de los gobiernos y empresas que se aprovechan de ellos, además de en la ignorancia de la inmensa mayoría».

Un desconocimiento que Gamboa considera difícil de vencer. «Sé que con una novela no cambias nada, pero el fin de escribir esta novela, no es sólo que el lector aprenda de Guinea, sino que luego tenga interés en averiguar algo más, porque solo cuando todos empecemos a hablar de ello puede que quizá empiece a haber algún cambio».

El viajero espera que su relato sirva para dar a conocer la realidad social del país africano. «No es un libro antropológico, pero sí que te haces una idea, en contraposición de cómo vivimos nosotros. Así, te das cuenta de que nuestras preocupaciones son fútiles y absurdas, cuando lo importante es vivir, comer y tener a alguien cerca».

Con la mirada enfocada en Guinea es inevitable hablar de Teodoro Obiang, «presidente» de su país desde el 3 de agosto de 1979. «Es la mano negra que está detrás de todas las desgracias que ocurren en el país», comenta tajante Gamboa. «No pasa nada en Guinea sin que sea responsabilidad suya. El y su familia son como reyes medievales, y el resto del país son vasallos sin derechos». Con una represión brutal, «los últimos años ha matado al 10% de su propia población». Sobre su sistema «tienen una censura brutal y por ejemplo, hace unos años una radio oficial dijo literalmente que Obiang era Dios» remarca Gamboa, para agregar que «actúa como si lo fuera».

Intereses petrolíferos

El viajero tampoco alberga muchas esperanzas de que las elecciones previstas para diciembre de 2009 puedan cambiar gran cosa. «En las últimas elecciones sacó un 99,9% de los votos», recuerda. Para finalizar, Gamboa señala que «la única razón para que un monigote como éste siga en el poder es que hay muchos países y empresas que tienen intereses» en un país que tiene la segunda mayor reserva petrolífera de África. «El petroleo lo sacan directamente los únicos que pueden presionar, Estados Unidos, Europa y China, por lo que la presión internacional no existe, si no es para mantener a Obiang en su poltrona». Y al pueblo no le queda nada, «ni las migajas».

«Escribir `Guinea' era una especie de cuenta moral que tenía que saldar»

Para Fernando Gamboa «los viajes son una forma de satisfacer la curiosidad». Deseoso de conocer más cosas, realizó el viaje a Guinea hace tiempo: «De hecho, he hecho bastantes viajes después», antes aún de dedicarse a escribir, pero esta novela responde a «una especie de cuenta moral que tenía que saldar». Viajero impenitente, Guinea lo impactó muchísimo y «fue, simplemente, de los sitios en los que he estado, del que he salido más cabreado». Según él, África real, «es la gente que vive, que malvive, que sobrevive, y ésa es el África que muy pocos turistas ven -Guinea no es Senegal ni Kenia-». En cuanto al desconocimiento existente, cuando el autor viajó a Guinea «nadie iba allí de viaje, sólo iban cooperantes. Cuando vas allí tienes que pedir un permiso de los lugares a donde vas, tienes que pedir un permiso para tener cámara, si sacas una foto de un lugar que no debes tienes un problema, un grave problema...». Cuando viaja, lo hace no con la perspectiva de pasar una semana en el país, sino años, y en Guinea «encontré un contacto cercano y gente fantástica».

A. B.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo