Un grupo de científicos acaba de publicar un estudio sobre los primeros indicios de la evolución genética de los leones. Han descrito la historia evolutiva de este felino desde que apareciera hace más de 300.000 años. Y no, su origen, su linaje, nada tiene que ver con San Mamés. Ni siquiera estos investigadores han hallado que en su posterior expansión desde tierras del África oriental hubiera llegado hasta Ibaigane. Y es que no hay ni rastro de leones.

El Athletic no da miedo. No ruge. No da zarpazos. No sabe ni siquiera rematar a una presa acorralada. En la primera parte de ayer se pudo comprobar quién de los dos era menos malo. Sí, Osasuna. En la segunda, quién quería arrebatarle ese dudoso honor. Sí, el Athletic. Suele ocurrir en partidos como éstos, donde ambos se juegan mucho, demasiado. Porque el Athletic no jugó a no perder. Quiso ganar, pero no sabe cómo si no es bombeando balones a la rubia testa de Llorente, que debe de acabar con dolor de cabeza tras cada partido. No hay más jugadas. ¿La del segundo gol? Un arranque acertado de Iraola, la astucia innata de Etxebe y tanto del de (últimamente) siempre, a lo `nueve' con buenas espaldas. Seguro que hoy la repiten en Eurosport varias veces. Pero nada más. Nadie desborda, nadie lleva un contraataque en condiciones, nadie da el pase con precisión en el último instante, están solos y no la bajan al suelo... ¿Nervios? ¿Acojono? ¡Pues qué dira la gente de la grada, o del bar, o de su casa!

Este Athletic tiene mala pinta. En su situación se suele decir que dos victorias seguidas casi todo lo arregla. Es verdad, pero sólo en la tabla clasificatoria. Porque otra cosa es el juego de un equipo. la falta de capacidad para imponer un ritmo, la autoridad para decir éste es mi campo. Ojalá Caparrós dé con la clave, porque a este paso a alguno le van a echar a los leones... pero a los que arañan.