Sandinistas y opositores toman las calles de Managua en plena crisis
Managua vivía ayer una tensa calma, rota por esporádicos enfrentamientos. En la capital de Nicaragua coincidieron dos marchas de signos muy diferentes. Por un lado, militantes sandinistas que reclaman la publicación de los datos definitivos de los comicios municipales. Por otro, el partido opositor y sus seguidores que denuncian un fraude electoral y reclaman para sí la Alcaldía de Managua. Los resultados provisionales dan una aplastante victoria al FSLN.
GARA |
Cientos de seguidores del Gobierno sandinista de Nicaragua y de la oposición se concentraron ayer en diferentes puntos de Managua para reclamar la victoria en las elecciones municipales del pasado día 9.
La mayoría de los comercios adelantaron su hora de cierre y los colegios públicos y privados así como las universidades suspendieron sus actividades, al igual que muchos centros de trabajo y la Alcaldía de Managua. El alcalde saliente, Dionisio Marenco, ordenó a los empleados, más de 3.000, abandonar la sede del Ayuntamiento.
El Partido Liberal Constitucionalista (PLC) había convocado «una manifestación pacífica» para denunciar un supuesto fraude en las elecciones y reclamar la victoria de su candidato a la Alcaldía de Managua, Eduardo Montealegre. Mientras sus simpatizantes comenzaron a agruparse, caravanas de autobuses con centenares de militantes sandinistas procedentes de diferentes puntos de Nicaragua llegaban poco a poco a la capital.
El diario local «La Prensa» señaló que una treintena de autobuses partieron de la ciudad de Masaya, al sur de la capital, para apoyar al presidente Daniel Ortega y al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSNL).
En declaraciones a Radio Nicaragua, el coordinador del área de juventud del FSNL, Mario Rivas, afirmó que exigirán que se proclame la victoria sandinista en la capital y el resto del país. «Vamos a demandar al Consejo Supremo Electoral (CSE) que dé los resultados definitivos del proceso electoral», subrayó. «Los sandinistas estarán en Managua defendiendo la victoria popular y nuestro voto», reiteró.
Según los datos provisionales emitidos por el CSE, el FSLN habría ganado en al menos 101 de las 114 alcaldías en disputa, incluida Managua. Su candidato para ocupar la Alcaldía de la capital, Alexis Argüello, habría conseguido el 51% de los votos frente al opositor Montealegre, que el lunes presentó en un acto público varias actas en las que argumenta su victoria.
Eses mismo día, miles de sandinistas ocuparon las calles de Managua para exigir la publicación de los resultados definitivos y oficiales de los comicios municipales. Subrayaron que «esa es la única vía por la que vendrá la paz. Si hay datos oficiales, todos tendrán que aceptar al ganador».
Pero la oposición ya ha dejado claro que no aceptará de ninguna forma la aplastante mayoría de los sandinistas.
Algunos analistas resaltaron el hecho de que, hasta el momento, no hayan presentado una denuncia formal por fraude. Calificaron su actuación de «show mediático».
Lo cierto es que ayer en Managua se vivía una tensa calma con esporádicos enfrentamientos y lanzamiento de piedras. Testigos presenciales remarcaron que «los ánimos estaban muy caldeados en ambos lados», por lo que es difícil prever que pasará en las próximas horas y semanas.
Agentes de la Brigada Especial de la Policía nicaragüense vigilaban las calles de Managua, en especial, los puntos de las dos protestas. La actividad en colegios y universidades así como en el Ayuntamiento quedó suspendida.
El Consejo Supremo Electoral todavía no ha dado una fecha para hacer públicos los resultados de las elecciones municipales, profundizando aún más la crisis política que sacude al país. El cruce de acusaciones no ha disminuido ni un ápice.
La oposición ha presentado un recurso de impugnación y revisión del resultado. La alianza del PLC exige una revisión acta por acta en presencia de observadores.
El secretario político del gobernante FSLN, Edgardo Cuarezma, advirtió que sus bases «estarán movilizadas firmemente» hasta que la oposición «reconozca su derrota».
