El Huesca también llega con cinco ausencias y su entrenador además dejó en casa al lateral derecho y capitán Robert
Un duelo marcado por las bajas
Sergio sufre una rotura de fibras y se quedó fuera de una convocatoria que Lillo tuvo que completar con tres jugadores del filial
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
La Real necesita romper hoy su racha de cuatro encuentros sin ganar en Anoeta ante el Huesca en un duelo marcado por las bajas de ambos equipos. La relación de lesionados del conjunto blanquiazul se amplió ayer con la confirmación de que Sergio sufre una rotura de fibras cuyo alcance se conocerá mañana, aunque se puede temer que serán varias las semanas en las que estará apartado del equipo.
Pero el Huesca sólo ha podido recuperar a Adrián Ripa de sus jugadores tocados y también llega a Anoeta con cinco bajas por diferentes motivos y con la sorprendente ausencia por decisión técnica de su capitán, el lateral derecho Robert, que había sido titular en los últimos nueve encuentros de Liga.
Lillo no tiene posibilidad de descartar a nadie por decisión técnica, ya que sólo tiene a trece jugadores de campo del primer equipo, con lo que ha tenido que completar la convocatoria con tres jóvenes del Sanse -Illarramendi, Zurutuza y Agirretxe-. No parece que ninguno de ellos vaya a tener la posibilidad de jugar hoy de salida, y también sería una sorpresa que lo hiciera Ansotegi, que apenas ha jugado en toda la temporada, aunque Lillo trabajó durante la semana con tres defensas y es posible que hoy vuelva a ese sistema ante un rival que juega con dos delanteros.
Esa fórmula la ha aplicado con tres centrales, con un central y dos laterales y con dos centrales y un lateral y ninguna de las tres parece muy lógica, pero Lillo no termina de apostar por una forma de jugar determinada y todo es posible. Muchas más claras tiene las cosas un Huesca muy peligroso que sólo ha perdido dos encuentros a domicilio. Es un equipo que hace gol con relativa facilidad, con dos delanteros que llevan nueve goles -Roberto y Rubén Castro, que hoy causará baja- y que tendrá a favor la gran motivación de unos jugadores que hoy disputan el partido más atractivo de su carrera, motivo por el que 400 oscenses acompañarán a su equipo en Anoeta.
El Huesca hasta hace cinco años estaba en Tercera peleando con el Sanse por subir, pero ahora está por delante de la Real. Mantiene a la mayoría de los jugadores que lograron el ascenso y siguen con la dinámica positiva que les llevó a Segunda tras 55 años de ausencia. Es un rival difícil y bueno será que en Anoeta haya más tranquilidad que en anteriores encuentros. La paciencia puede ser clave.
Un árbitro catalán
Cabe esperar que el colegiado del encuentro, Estrada Fernández, dé un mejor nivel que otros árbitros catalanes en un fenómeno difícil de entender porque es una nacionalidad con una población muy alta y no es capaz de dar un buen árbitro. Debuta en Segunda, ha pitado cinco encuentros con dos victorias, dos empates y una derrota y lleva una media de 7,4 tarjetas por partido que parece muy alta. Cabe esperar que pase desapercibido porque la afición de la Real está casi desquiciada con la crítica situación del club y cualquier cosa lleva a que una persona normal pierda los papeles como sucedió hace quince días.
El alcance de la rotura de fibras de Sergio se conocerá mañana, pero su baja será de varias semanas y se suma a las de Prieto, Elustondo, Dramé, Díaz de Zerio, Viguera y Albistegi, dos de los canteranos con los que más contaba Lillo.
400 aficionados acompañarán al Huesca en el primer partido de Liga que disputará contra la Real en toda su historia. Hace cinco temporadas estaba en Tercera peleando con el Sanse y ahora supera en Segunda a la Real.
El Sanse sale muy perjudicado por las bajas y por la situación económica del club y la pésima gestión deportiva del Consejo de Iñaki Badiola. La primera plantilla sólo tiene veinte jugadores pese a tener un coste de dos millones de euros superior a la que comenzó el año pasado tras prescindir de Mikel Alonso sin ofrecerle la opción de seguir con una rebaja en su contrato cuando luego se le paga completo uno de los dos años que tenía firmados por rescindir su contrato.
Eso, unido a las lesiones, motiva que el primer equipo se quede hoy con trece jugadores de campo y tenga que recurrir a tres jóvenes del filial que ofrecen plenas garantías, aunque curiosamente dos de ellos, Zurutuza y Agirretxe, vieron cómo quisieron colocarlos en verano y el otro es juvenil. También se prescindió de Manu Alejandro, uno de los mejores del filial el año pasado, y de Yagoba Behobide, que se luce en el Real Unión, donde está cedido junto a Josu Villar.
Entre los jugadores de los que se ha prescindido, los que han subido al primer equipo y los que están lesionados, el Sanse está casi en cuadro y para el próximo mes por lo menos se va a quedar sin cinco de sus jugadores más importantes -Agirretxe, Viguera, Zurutuza, Illarramendi y Albistegi- con el equipo situado en la zona de máximo riesgo y con mucha juventud, que es un peligro cuando se está abajo porque la experiencia es fundamental para salir de las zonas de peligro en una categoría en la que se enfrentan a rivales de mucho oficio.
Imanol Idiakez ha tenido que recurrir a tres juveniles -Ros, Ozkoidi y Eneko Eizmendi- para el partido de hoy en el campo de un Zamora llamado a pelear por la zona alta de la tabla. Sería muy bueno que el filial consiga hoy una victoria como la lograda hace quince días en Santiago de Compostela para olvidar la derrota de la pasada semana encajada contra el Racing de Ferrol en Zubieta. Todo lo malo siempre tiene una cosa buena y cabe esperar que un jugador como Oskitz en el que estaban puestas grandes esperanzas dé la vuelta a su situación y aproveche las opciones que le ofrecen todas las ausencias.
Hoy también juegan las chicas de la Superliga a las doce en Zubieta contra el Rayo Vallecano, el primer juvenil a la misma hora en el campo del Balsamaiso y el infantil txiki a las 10.15 en el campo del Aretxabaleta. Ayer ganaron el segundo juvenil por 2-0 al Peña Athletic Santurtzi, el cadete de Liga Vasca 3-0 al Barakaldo, el cadete txiki 0-3 al Antiguoko B y el infantil por 0-3 contra el Añorga.