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ANALISIS Polémica sobre la selección vasca

El PNV se autogolea con Euskal Herria

No está siendo fácil para el PNV reivindicar el concepto de Euskadi a estas alturas. Para ello ha tenido que contradecirse a sí mismo y a Euskaltzaindia, y ha debido echar mano de argumentos tan dispares como ETA y el franquismo. Su discurso tiene muchos puntos flacos. Erkoreka ha decidido recurrir a ETA para justificar que el nombre de Euskadi es el adecuado. Otros, como Anasagasti se van al lado contrario, a Franco. Y entre la doctrina del PNV y la de Euskaltzaindia, Azkarate se queda con el partido.

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Ramón SOLA

La polémica Euskadi-Euskal Herria ha obligado a retratarse a todo el mundo. Y tam- bién a los dirigentes del PNV, que han dejado al descubierto esta semana sus dificultades para argumentar que Euskadi debe imponerse.

Ibarretxe contra Urkullu. Nada más conocer el posicionamiento de los futbolistas, en los pasillos del Parlamento el lehendakari trató de soslayar la polémi- ca diciendo que para él Euskadi y Euskal Herria son sinónimos. El domingo reiteraba en una entrevista de prensa que «es un debate absurdo porque para mí Euskadi o Euskal Herria son lo mismo, es decir, siete territorios vascos». Sin embargo, fue el presidente de su partido, Iñigo Urkullu, el que abrió la espita de la polémica hace un año estableciendo una clara diferenciación entre ambos y exigiendo reconsiderar el tema: «Como nacionalista del PNV, Euskadi es nuestro proyecto político. Otra cosa es Euskal Herria, un concepto sociocultural del pueblo vasco en sí. Pero nuestro proyecto político es Euskadi».

Azkarate versus Euskaltzaindia. Además de portavoz del Gobierno de Lakua, Miren Azkarate forma parte de la academia de la lengua vasca. Es euskaltzain osoa desde 1992. Pero los criterios políticos parecen estar por encima de los lingüísticos en este caso. Tras la declaración de los futbolistas, defendió la denominación de Euskadi por motivos históricos y porque «eso de decir que sólamente Euskal Herria representa los siete territorios no es cierto». Euskaltzaindia hizo un informe técnico al respecto de 2003 en el que acordó «reiterar la propiedad, corrección e idoneidad del nombre Euskal Herria para el con- junto de las siete provincias o territorios, nombre no asimilable ni equivalente a cualesquiera realidades político-administrativas». En el mismo texto académico se achaca «confusión» al Estatuto de Gernika por introducir ambas denominaciones y se define al término Euskadi como un «neologismo» creado «con el propósito de desterrar `Euskal Herria'».

Erkoreka recurre a ETA. La necesidad de buscar apoyos para la causa del término Euskadi ha llevado al portavoz del PNV en el Congreso a apoyarse incluso ¡en Garikoitz Aspiazu! En su blog se puede leer lo siguiente, escrito el martes: «En la página 3 de GARA, me ha llamado enormemente la atención el titular, según el cual, cuando fueron trasladados a la comisaría los dos detenidos gritaron `Gora ETA militarra' y `Gora Euskadi askatuta'. En el interior de la noticia, se añade, además, que los gritos fueron proferidos `por ambos' y de manera `insistente'. No se trataba, pues, de un lapsus puntual. Era una reacción consciente y premeditada. Gritaban `Gora Euskadi askatuta'. Euskadi. No me lo puedo creer. Ensalzaban Euskadi, y no Euskal Herria, que es lo que ahora mola. ¿Donde está la élite vasca del fútbol para reprochárselo? ¿Donde está ESAIT para convocar de inmediato una manifestación?», argumenta Erkoreka. Sobran los comentarios.

Otros, a Franco y Fraga. Otros referentes jeltzales prefieren buscar ayuda para su tesis justo en el bando contrario. El senador Iñaki Anasagasti argumenta en su blog que «Euskal Herria estaba permitida en el franquismo; Euzkadi, no». Y en un artículo de prensa de hace unos meses, el que fuera jefe de prensa del EBB de Josu Jon IMaz, Amatiño, echa mano de Manuel Fraga, dado que en alguna ocasión también usó el término preferido por los futbolistas: «No es desdeñable la coincidencia favorable a Euskal Herria entre el MLNV y figuras como Fraga Iribarne. Quizá sea porque ni unos ni otros entienden este país como una verdadera construcción», dice Amatiño.

Azkuna se confunde. El alcalde de Bilbo ha sido uno de los más perdidos en este debate, como muestra su reacción ante el comunicado de los jugadores: «Yo vivo en un país que se llama Euskadi y a mí quiero que me represente la selección de Euskadi. Que a esos jugadores les pague la Hacienda de Euskal Herria, a ver cuánto cobran». Lo cierto es que a los futbolistas les pagan sus clubes, y que en todo caso son ellos los que abonan sus impuestos a la Hacienda correspondiente. Al que sí se le paga con dinero público, claro está, es a Iñaki Azkuna.

Y Dobaran, en el ojo del huracán. En algo coinciden todos estos portavoces, que es en dejar el «marrón» para el presidente de la Federación Vasca de Fútbol, Iñaki Dobaran. En internet se rastrea todavía la indignación provocada en círculos jeltzales por el acuerdo con los jugadores de hace un año. Un forero recordaba en la web de Anasagasti que Dobaran había sido edil jelkide y apostaba por presionarle. Y el propio senador acusó al federativo de «cacicada», «tirar la piedra y esconder la mano» y «demostrar el nivel de indigencia histórico-política de algunos dirigentes deportivos». Un año después, Dobaran se ha dejado meter el gol. Pero el PNV se está haciendo un lío con el balón.

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