Manifestación por los derechos lingüísticos
Más de 5.000 personas claman por la oficialidad del euskara en Nafarroa
A pesar del viento, el frío y la lluvia, alrededor de 5.500 personas de todas las edades se manifestaron ayer en Iruñea para reclamar la oficialidad del euskara en todo Nafarroa y denunciar que la Ley del Vascuence aprobada en 1986 no respeta los derechos de todos los navarros.
Iñaki VIGOR | IRUÑEA
Un fuerte irrintzi de Karmele Galarza sirvió para anunciar el comienzo de la manifestación convocada por decenas de euskaltzales para exigir la oficialidad del euskara en todo Nafarroa, exigencia que contaba también con el apoyo de diversas organizaciones políticas, sindicales y sociales.
La pancarta que abría la marcha tenía por lema «Euskaraz bizitzeko eskubidearen alde. Euskara ofiziala». Por delante de ella marchaban los ioaldunak con la ikurriña y el Arrano Beltza, y por detrás miles de personas en defensa de su lengua.
La manifestación comenzó poco después de las 17.15 junto a los Cines Golem y finalizó una hora más tarde en la Plaza del Castillo. A lo largo de todo el recorrido apenas se corearon consignas. «Euskara, hizkuntza ofiziala» y «Sanz, entzun, Nafarroa euskaldun» fueron las contadas excepciones de una marcha eminentemente silenciosa, a pesar de que contó con la animación de algunos grupos de txistus, albokas y panderos.
Además de la pancarta que recogía el lema de la convocatoria, portada por algunos de los firmantes del manifiesto por la oficialidad del euskara, los participantes en la manifestación portaron otras tres con los lemas «Eguesibarren euskaraz ere bai», «Euskal Herria euskalduna eraiki», firmada por EHE, y «Lizarran ere euskararen alde».
Una vez en la Plaza del Castillo, Karmele Galarza lanzó un nuevo irrintzi dirigido al Gobierno de Nafarroa. «Hemen gaude euskararen alde -gritó ella misma a continuación-. A ver si el Gobierno de Navarra nos oye de una vez. Gora euskara! Gora Nafarroa!».
El bertsolari Iñigo Ibarra también hizo alusión a la demanda por la oficialidad, cuando la mayoría de los manifestantes ni siquiera habían llegado todavía a la Plaza del Castillo.
La gran afluencia de personas a la manifestación hizo que la lectura del comunicado final también se iniciara cuando muchas de ellas aún no habían completado el recorrido. En nombre de los convocantes, Paul Bilbao y Aitziber Sarasola expusieron en euskara y castellano las ideas de la manifestación, que resumieron en una sola frase: «Por el derecho a vivir en euskara. Oficialidad ahora».
«Una lengua normalizada»
En primer lugar, mostraron su deseo de que las aproximadamente 6.000 lenguas que se hablan en el mundo, incluido el euskara, «puedan vivir con buena salud y fortaleza en su propio territorio».
«Queremos una lengua viva, que circule de boca en boca. Una lengua para gozar con el arte de los bertsolaris, que se oiga en la cocina del caserío y que también se escuche en las aulas de las universidades, en los medios de comunicación y en el Parlamento... Queremos vivir en euskara con plena normalidad. Hoy en día, sin embargo, no nos resulta posible», reconocieron.
A continuación explicaron esa imposibilidad recordando que la Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos aprobada en 1996 los define como derechos humanos, mientras que la actual legislación sobre el euskara no responde a esa realidad.
«Lo que pedimos -concretaron en el comunicado- no es una rareza o un capricho que deba extrañar a nadie, sino algo que tiene que ver con los derechos básicos de las personas. Son necesarios cambios en el estatus legal que garanticen los derechos de todos los ciudadanos, sin restricciones».
En esta línea, recordaron que la Ley del Vascuence aprobada por el Parlamento navarro en 1986 es «restrictiva y divide y niega los derechos lingüísticos de los ciudadanos», y se mostraron en contra de las restricciones de derechos y de la política lingüística «que trata de arrinconar al euskara».
«Pero sobre todo -agregaron- estamos a favor de algo: a favor del derecho a vivir en euskara, a favor de la recuperación de la lengua propia, de reconocer a nuestra lengua los mismos derechos que se deben reconocer a todas las lenguas del mundo, de una protección jurídica plena».
Como conclusión, reclamaron la oficialidad del euskara, y aunque apuntaron que «no es lo único que necesita», remarcaron que es «imprescindible» para avanzar en el camino de su normalización. «El euskara ya cuenta con el apoyo de la sociedad, pero no con la oficialidad -constataron-. Una oficialidad que, más allá del simple reconocimiento de un estatus, esté nutrida de contenidos y de medidas, que garantice a las personas euskaldunes el derecho a vivir en euskara, que ayude a la hora de atraer a las personas erdaldunes al euskara, una oficialidad que conlleve otra política lingüística y que impulse la recuperación del euskara».
La manifestación finalizó con un llamamiento a trabajar por «cambios de calado» que garanticen el futuro del euskara.
«Ni siquiera la lectura más optimista podría esconder la incertidumbre respecto al futuro. No tenemos garantías de que el euskara perviva en el mapa de las lenguas del futuro. Y nosotros queremos ver ahí al euskara, junto a las otras 6.000 lenguas».
Aitziber SARASOLA
Firmante del manifiesto
«Ven a nuestra lengua como algo extraño y ajeno»
En la Zona Mixta los niños tienen muchísimos problemas para acceder al Modelo D, y no se está atendiendo toda la demanda que hay. En la Zona No Vascófona no existe ningún derecho para usar nuestra lengua. UPN, CDN y PSN no ven al euskara como un patrimonio de todos los navarros. Le tienen pánico porque lo ven como algo extraño y ajeno. Dicen que el euskara está muy politizado, pero nuestra lengua es de todos, de nacionalistas, de regionalistas o de lo que cada cual considere que es.
César ARMENDARIZ
Vecino de Noain
«En el Ayuntamiento no te atiende nadie en euskara»
En Noain todas las señalizaciones están sólo en castellano, la mayoría de los servicios son en esta lengua y en el Ayuntamiento no te atiende nadie en euskara. En el ámbito lingüístico, nos tratan como a navarros de segunda clase. Quienes niegan la oficialidad del euskara están queriendo ocultar una realidad.
«Estamos hablando de derechos lingüísticos, que son derechos humanos. Lo que pedimos no es una rareza o un capricho que debe extrañar a nadie, sino algo que tiene que ver con los derechos básicos de las personas».
«La legislación actual sobre el euskara no responde a esa realidad, y como consecuencia de esa legislación los derechos lingüísticos están plenamente recortados, en muchos casos eliminados. Es imprescindible un cambio del estatus legal que garantice los derechos».
«La oficialidad no es lo único que necesita el euskara, pero es imprescindible. Hace 22 años así lo exigimos y hoy día continuamos haciéndolo. El paso de los años no nos hará olvidar cuáles son las necesidades para que nuestra lengua siga viva».